Hacia 1970 fueron encontrados en Egipto, documentos que datan de hace unos mil setecientos años, un evangelio apócrifo desconocido para la humanidad actual: el Evangelio de Judas Iscariote.
Este figura considerada a través de la historia como el traidor, aquel que entrego a el maestro Jesús, tiene en este evangelio una valoración distinta, dejando al descubierto una faceta del apóstol que nadie conocía.
Si desea conocer un poco mas sobre este documento asociado a la secta gnóstica de los cainitas, no deje de leer este articulo.
Indice De Contenido
¿Qué es el Evangelio de Judas?
Primeramente, debe saber que el termino evangelio proviene del termino griego euaggélion, que significa literalmente buena noticia o buen anuncio.
Se le llama Evangelio a los libros que recogen parte de la vida y las enseñanzas o predicaciones de Jesús.
Son cuatro libros o evangelios canónicos los que conforman el Nuevo Testamento, escritos por los evangelistas Lucas, Mateos, Juan y Marcos, únicos reconocidos por la iglesia católica.
Sin embargo, hace poco, aparecieron algunos escritos muy antiguos que sugieren que existe otro evangelio, de autor desconocido y que trata de Judas Iscariote, aquel discípulo que en los escritos bíblicos es conocido como Judas el traidor.
Estos textos presuntamente revelan información que hasta entonces no se conocía sobre la figura de Iscariote y su relación con Jesús.
Es un documento que no esta considerado por la iglesia como de inspiración divina, es decir es un Apócrifo y es considerado del Nuevo Testamento gnóstico, siendo Judas Iscariote de los personaje centrales.
Existe una única copia del manuscrito, que fue encontrada junto con otros 3 documentos durante las excavaciones arqueológicas ilegales en la tumba de la cueva en las Montañas de Karara en el oeste de Egipto, una zona entre las ciudades de Magaga y Beni Mazar, en la orilla oriental del Nilo.
Este evangelio es una copia traducida de un escrito griego probablemente por un escribano, que se presume data por el análisis de diferentes muestras del papiro y la cubierta de cuero, del siglo IV.
El análisis de radiocarbono, los datos de paleografía y un análisis lingüístico, fijan la escritura de esta copia en alguna fecha entre los años 220 y 340 después de Cristo.
Mientras que el original se estima que data de alguna fecha entre los años 130 y 150 de nuestra era,
Consta de unas veintiséis hojas, de un total de 66 que componen el códice. El texto escrito, está organizado en una columna con un promedio de 26 líneas por página.
Está contenido en el códice en lengua copta del siglo IV ya bastante deteriorado junto a otras tres obras:
1- Epístola a Felipe (Pp. 1-9); 2)
2- Primer Apocalipsis de Santiago (Pp. 10-32) atribuida a San Pedro.
3-El Evangelio de Judas (Pp. 33-58)
4-El Libro de Alógenos (Pp. 59-66) esta sección del códice está más dañada que otras y el texto difiere del tratado del mismo nombre.
Se ha conservado parte de la encuadernación original.
Judas en el Nuevo Testamento
Judas, conocido como Judas Iscariote está entre los discípulos elegidos por Jesús durante su vida terrena.
Contrariamente a la creencia popular, este discípulo solo se asocia una vez con el verbo traicionar. Por otro lado, el personaje es mucho más en el verbo que significa entregar.
Su condición de traidor le viene por su papel durante la Pasión: antes de la Pascua, conspiró con los líderes judíos para entregarles a Jesús quien durante la última cena lo indica implícitamente y anuncia que será entregado por uno de los apóstoles, seré entregado “por uno de ustedes”
Judas le da un beso a Jesús para señalarlo a los líderes judíos, este es apresado y después de la condenación de Jesús, el admite su pecado, intenta enmendarse y rectificar devolviendo el dinero a los líderes judíos.
Sin embargo el gesto no logra cambiar lo ocurrido y entonces decide ahorcarse.
En los evangelios reconocidos por la iglesia o evangelios canónicos, la figura de este apostol es negativa, siendo considerado puro y simplemente un malvado, el villano mas despreciado de la historia.
El apóstol San Lucas, relata:
“Satanás entró en Judas, el llamado Iscariote, que era uno de los doce. Y fue a hablar con los pontífices y los jefes militares sobre la manera de entregar a Jesús.
Ellos se alegraron y convinieron en darle dinero. Judas se comprometió y buscaba la ocasión de entregarlo a escondidas de la gente”. (22: 3-6)
También San Mateo relata en un pasaje que:
“Llegada la tarde, Jesús se puso a la mesa con los doce. Y mientras comían, les dijo: “En verdad os digo que uno de vosotros me entregará”.
Muy entristecidos comenzaron a decirle uno por uno: “¿Acaso soy yo, Señor?”.
Él respondió: “El que mete la mano conmigo en el plato, ese me entregará.
El Hijo del Hombre se va, según está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del Hombre es entregado! ¡Más le valiere a ese hombre no haber nacido!”
Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: “¿Soy yo acaso, Maestro?”: Jesús le respondió: “Tú lo has dicho” (26: 20-25)
Estos son algunos de los relatos que mencionan a Iscariote, justo antes de entregar a su maestro, relatados por dos de los doce discípulos.
Pero, ¿por qué traicionó Judas a Jesús? son varias las razones que se alegan:
- Lo habría traicionado por dinero, por codicia, recibiendo treinta piezas por entregar a Jesús.
- Por razones políticas, se consideraba a Judas un fanático y quiere obligar a Jesús a confrontar a las autoridades
- Para completar las escrituras finalmente.
Siendo esta última tesis la que se menciona y desarrolla en el evangelio apócrifo de Judas Iscariote.
El texto gnóstico apócrifo subvierte la imagen de Judas contenida en los evangelios canónicos, describiéndolo como un facilitador del destino de Cristo y fiel servidor de su voluntad.
Estructura y contenido
El texto del Evangelio de Judas en el Chakos Codex no está dividido en capítulos y no tiene subtítulos, aunque en algunos lugares el escriba puede haber indicado el comienzo de una nueva sección con la ayuda de una línea y una sangría.
La numeración y división del texto, es según las páginas del código y las líneas introducida por los editores. Poseen subtítulos temáticos.
En volumen, este evangelio es una obra pequeña y es comparable a la narrativa de la Pasión en el Evangelio de Marcos.
El apócrifo comienza con un breve prólogo, que dice que Jesucristo dio una revelación secreta en una conversación con Judas Iscariote dentro de la semana de celebración de la Pascua, unos tres días previos a su pasión (Evang. Jud. 33. 1-14)
Una introducción similar se encuentra en los Apócrifos de Juan de Nag Hammadi, donde la mención de tres días, aparentemente, determina la estructura del texto.
Todos los días hay una conversación entre el Salvador y 12 discípulos y su conversación secreta con Judas. La primera discusión con los discípulos está dedicada al tema de la Eucaristía (Evang. Jud. 33. 22-34. 10).
Después de ella, Jesús habla en privado con Judas, y luego lo deja. La segunda conversación comienza a la mañana siguiente cuando Jesús nuevamente aparece a los discípulos (36. 11-37. 20).
La conversación continúa con un sermón en el templo referente a una visión que fue compartida por los doce estudiantes al mismo tiempo (37. 20-43. 11) y termina con otra conversación secreta con Judas, después de la cual Jesús se marcha.
En la tercera sección, la más extensa, Jesús habla solamente con Judas. Una parte importante de la conversación está dedicada a la creación del mundo (47. 1-53. 7).
El final describe brevemente la traición de Judas: los sumos sacerdotes querían capturar y arrestar a Jesús, pero tenían miedo de las personas que lo consideraban un profeta.
Judas Iscariote tomó el dinero y entregó a Jesús en sus manos (58. 9-26).
Idioma y datación del monumento
El Evangelio de Judas Iscariote en el Codex Tchacos, está escrito en el dialecto copto Saidic, una lengua con influencia dialecto del Medio Egipto y griego.
El copto, fue un idioma hablado en Egipto en la época del nacimiento del cristianismo, está emparentada con la antigua lengua egipcia.
Ademas emplea el alfabeto copto, conformado por letras del alfabeto griego y siete caracteres de la escritura demótica, que permiten representar algunos sonidos inexistentes en el idioma griego.
Sin embargo, es importante destacar que el original se presume fue escrito en griego, ya que según los expertos en copto, este escrito presenta giros y cambios que revelan que señalan que es una traducción de un documento griego.
El griego es el idioma original de casi todos los textos y escritos cristianos que se redactaron en el siglo uno y dos después de Cristo.
Esta razón hace que la mayoría de los expertos coincidan en que la copia encontrada en Egipto data del siglo cuatro.
Si este evangelio es el mismo texto sobre el que habla el rumor que menciona Ireneo de Lyon, su original apareció aproximadamente cerca del año 180.
Conocedor de los Evangelios canónicos y Hechos de los Santos Apóstoles dice que el Evangelio de Judas, es muy probable que esté compuesto en el primer siglo y que fue creado por la secta Cainita.
Se escribió sobre papiro, una lamina flexible elaborada a partir del tallo de una planta acuática conocida como Cyperus papyrus.
La tinta hasta el momento se supone es una mezcla antigua de sulfato ferroso, tanino, goma arábiga, agua y negro de humo o negro de hollín (pigmento mayormente de carbono).
El autor de este evangelio sigue siendo desconocido hasta la fecha y contrario a lo que muchos piensan, no es Judas Iscariote quien realiza el escrito.
Se cree que el texto original griego, en el que se basó esta traducción, se escribió después de que se elaboraron los cuatro Evangelios canónicos oficiales.
Historia
Cerca del año 180 después de Cristo, el obispo de Lyon en la Galia romana, Ireneo, elaboró un tratado conocido como Contra las herejías.
En este material se atacaba toda idea o mensaje que no fuera aprobado o se apartara de la linea de creencias ortodoxas de la Iglesia.
Uno de los aspectos en los que hizo énfasis era la veneración a Judas Iscariote el traidor que se mantenía entre un grupo de creyentes que según Ireneo fueron los creadores de un documento conocido “el Evangelio de Judas” y que el aseguraba era una historia carente de veracidad:
“Se dice que Judas el traidor los conocía muy bien y solo él fue informado de la verdad , como ningún otro, cumpliendo así el misterio de la traición.
A través de él, todas las cosas, terrestres y celestiales, condujeron a la disolución. Y presentan una evidencia llamada “Evangelio de Judas “.
Esto permite deducir a los expertos que el manuscrito original en griego existía, mientras que la copia perteneciente al códice en copto aun no, pues algunos decenios antes de que se escribiera esta, ya el indignado obispo sabia de la existencia del texto llamado evangelio de Judas.
Este colérico obispo Ireneo, incluye en su escrito una extensa lista de herejías a las que la iglesia debía enfrentar, pues para ese entonces existían ya muchas agrupaciones que se inspiraban en las enseñanzas e ideales de Jesús.
Se dice que Ireneo quería deshacerse de las enseñanzas de los cristianos cognitivos o aquellos que tenian esa llamada aptitud cognitiva.
Nombres como Marción y Valentine, que afirmaban tener un profundo conocimiento interno y una mentalidad abierta, hicieron que floreciera durante el siglo II este tipo de creencias, dando una nueva interpretación de la verdad cristiana.
En ese entonces, primeros siglos del cristianismo, la Iglesia liderada por sacerdotes , obispos y demás autoridades religiosas era sólo uno de los numerosos grupos que centraban sus enseñanzas y sus vivencias en Jesucristo.
Entre estos grupos se encuentran los gnósticos. Proveniente del termino en latín gnostĭcus, gnosis significa conocimiento.
Consiste básicamente, en una doctrina que agrupa fundamentos filosóficos y religiosos, asociando creencias cristianas, judías, tradiciones religiosas de Oriente y aspectos del pensamiento platónico.
El gnóstico afirma que a través de la mística y la intuición, se puede acceder y conocer el misterio de lo divino, pues todo ser humano tiene en su esencia ese poder divino que suele silenciarse o aislarse de la divinidad debido al mundo material defectuoso donde hace vida.
Los cristianos, tal es el caso del obispo Ireneo afirman que solo Jesucristo, hijo de Dios, es tanto humano como divino, mientra que los gnósticos creen firmemente en que cualquier persona podía estar unida a Dios, porque nuestra esencia también es divina.
Por lo tanto la salvación para este grupo solo se alcanzaba si se rescataba y despertaba la esencia divina de nuestro espíritu y se conectaba esta nuevamente con Dios.
Esto por supuesto se lograba, siguiendo las enseñanzas de Cristo el maestro que vino a la tierra con esa función, pudiendo llegar a ser tan divinos como el.
Por lo tanto la hostilidad de la iglesia católica ortodoxa y de Ireneo como uno de sus representantes era muy clara y marcada. Considero a este tipo de grupos, místicos y un desafió a la religión institucionalizada.
Muchos asumen que este tipo de creencias dejaría la figura de algunas autoridades de la iglesia fuera de lugar e innecesarias, pues ya no se necesitarían como intermediarios entre Dios y su pueblo.
Algunos aseguran que aquel que oye la voz de Dios en su interior, no necesita de un sacerdote que funcione como intermediario.
Se presume que el obispo Ireneo comenzó la escritura de su tratado, luego de regresar de un viaje y encontrar a sus fieles bastante interesados en las teorías de un predicador gnóstico que ganaba cada vez mas adeptos.
Estos grupos denominados místicos fueron duramente criticados por líderes ortodoxos como Ireneo y sus doctrinas se fueron perdiendo, salvo por ciertas cosas que eran nombradas por la iglesia para ser criticadas.
Pero hacia 1945, en Nag Hammadi, Egipto, habitantes de esta localidad encontraron una tinaja de arcilla oculta, donde se escondieron algunos escritos gnósticos desaparecidos siglos atrás.
Mas de una docena de escritos donde se recogían alguna enseñanzas de Cristo desconocidas hasta el momento y que incluyen, Evangelios de Tomás, Felipe y el Evangelio de la Verdad.
Que se presume, pudieron ser en su momento mucho mas conocidas que las versiones de los actuales cuatro Evangelios canónicos.
Muchos de estos manuscritos o fragmentos escritos hacia el siglo II, son copia de otros libros cristianos, que el cristianismo primitivo intentó ocultar y que de un tiempo para acá está emergiendo nuevamente, inquietando a muchos bastante tradicionales.
Se presume que un escriba anónimo con su cálamo de junco y una hoja de papiro, realizó la traducción ubicándose no muy lejos del lugar del hallazgo.
Se cree que fue algún monje del monasterio de San Antonio, un refugio ubicado en el desierto oriental egipcio, a unos sesenta y cinco kilómetros del punto.
Se dice que muchos monjes estudiaban y veneraban este tipo de textos gnósticos, conservándolos en sus bibliotecas, mas la intolerancia del Emperador Constantino que solo aprobaba el cristianismo bajo la imagen de la iglesia organizada, fue la razón que de que muchos consideraran una imprudencia tenerlos.
En esa época, a finales del siglo IV, los demás grupos cristianos no pertenecientes a la iglesia tradicional y que tenían visiones diferentes a las oficiales, eran vistos como herejes, penalizados, no recibían apoyo y fueron vetados y perseguidos.
Por lo que muchos documentos valiosos que no eran los cuatro Evangelios aceptados por Ireneo, como lo eran el de San Mateo, San Lucas, San Marcos y San Juan desaparecieron.
La influencia de Ireneo se siente en Egipto hacia el año 367. El obispo de Alejandria el influyente Atanasio, admirador de Ireneo, emitió igualmente una serie de dictámenes y ordenes donde se establecía la lista de aquellos documentos que debían leer los cristianos de Egipto.
Est contemplaba unos veintisiete textos, entre ellos los cuatro Evangelios canónicos actuales.
Estos fueron considerados los únicos libros sagrados y ese listado se mantiene aun en la actualidad.
Estas disposiciones fueron las causantes de la perdida de una gran cantidad de material, incontables libros desaparecieron y otros fueron destruidos, mientras se organizaba y daba forma a lo que hoy se conoce como la Biblia.
Se sabe que algunos fueron resguardados y escondidos, ejemplo de esto fueron los libros en Nag Hammadi hallados dentro de una tinaja alta de barro, se presume que por los monjes del monasterio de San Pacomio, que estaba muy cercano al lugar donde se encontraron.
Otro ejemplo, fue el códice que agrupa otros textos gnósticos entre ellos el evangelio de Judas.
Muchos de estos documentos sobrevivieron durante muchos siglos, a guerras y catástrofes.
Cuando fueron hallados, se entregaron a comerciantes en el mercado negro, desvaneciéndose en el submundo de los traficantes de antigüedades, uno de los cuales lo abandonó durante dieciséis años en la cámara acorazada de un banco de Hicksville, en Nueva York.
Este texto fue objeto de varias transacciones comerciales antes de llegar a manos de especialistas que llevaron a cabo su difícil restauración y publicación.
Cuando llegó a las manos de estos, el papiro se estaba desintegrando por el tiempo y la manipulación, y su mensaje estaba a punto de perderse para siempre.
En mayo de 1983, Stephen Emmel, fue contactado para viajar a Suiza, para que realizara un análisis de unos antiguos documentos coptos que alguien tenia en venta.
Ya en Ginebra, Emmel acompañado de otros expertos llevaron a cabo la reunión, que se celebró en una habitación de un hotel.
Reunidos con un caballero egipcio y uno griego que servia de interprete ya que este no hablaba inglés, les permitieron revisar el documento por media hora para verificar el contenido.
Guardados en tres cajas de zapatos, los papiros estaban envueltos en papel de periódico y algunos deshaciéndose, los comerciantes no permitieron realizar fotografías, tampoco tomar notas.
Los expertos que no se atrevían a tocarlo con las manos, emplearon algunas pinzas para levantar las hojas y percatarse que tenían ante sus ojos documentos ineditos, importantes y que mencionaban a Judas.
El trato no fue llevado a cabo, Emmel solo podía ofrecer unos cincuenta mil dólares, pero el comerciante esperaba unos tres millones de dólares, una elevada cantidad que era impagable.
El hoy profesor en la Universidad de Münster, Alemania, anotó los datos que recordaba de los hermosos papiros, que perdió de vista por diecisiete años.
Los propietarios actuales del Evangelio de Judas, indicaron que el egipcio con quien se reunieron en el hotel de Ginebra, era comerciante dedicado a las antigüedades de El Cairo, de nombre Hanna y compró el manuscrito a un traficante local que localizaba ese tipo de piezas.
Obviamente, donde adquirió la colección este traficante ya fallecido, se desconoce y sus familiares y allegados se mantienen reacios a revelar el lugar donde fue hallada.
Cuando Hanna adquirió el manuscrito, decidió sacarlo del país junto con otros objetos, sin embargo fue robado antes de poder hacerlo y sus fuentes indicaban que sus pertenencias habían sido trasladadas fuera del país ilegalmente.
Estuvieron en manos de otro anticuario, hasta que Hanna, logró recuperarlos, esto incluía también el códice.
Hanna en el intento de sacar la mayor ganancia posible, pues ya estaba en conocimiento del gran valor de la colección, viaja a Nueva York buscando un comprador, sin embargo no pudo concretar nada y regresó al Cairo.
Pero antes alquiló una caja de seguridad en una sucursal del Citibank en Hicksville, Long Island, en ella resguardó el códice y otros papiros.
Intactos y enmoheciendo aguardaron mientras el comerciante intentaba venderlos, mas las transacciones no dieron frutos pues el precio era demasiado alto.
La venta se concreta en abril del año 2000, con una exitosa empresaria griega del mundo de las antiguedades, Frieda Nussberger-Tchacos,que estudió egiptología en París. La mujer nunca reveló el monto exacto de la compra.
El material le fue confiado a un profesor experto llamado Robert Babcock, quien lo catalogó como un material único e increíble y que presume era el Evangelio de Judas Iscariote.
La Biblioteca Beinecke mantuvo bajo su poder el documento por cinco meses y para luego no querer comprarlo, ya que aun existían dudas de su procedencia.
Las siguientes conversaciones de Tchacos fueron en Ohio, con Bruce Ferrini, un ex cantante de ópera que actualmente se dedicaba a la venta de manuscritos antiguos.
El trato fue cerrado, sin embargo no resulto todo lo confiable que se esperaba y Tchacos requirió Mario Roberty un abogado suizo que dirige una fundación de antigüedades y por lo tanto es conocedor de este mundo.
Fascinado por la historia de la empresaria, se ofreció a ayudarla a recuperar el manuscrito y para esto el abogado se alió con conocido ex marchante del área de antigüedades llamado Michel Van Rijn.
Este dirige en la actualidad un portal web muy influyente, desde donde azota a los enemigos del mundo de los anticuarios.
Con la información suministrada por el abogado, Van Rijn reveló que existía un llamado evangelio de Judas, añadiendo que se encontraba en poder del comerciante Bruce P. Ferrini.
Este buscaría venderlo debido a sus graves problemas financieros y con una actitud amenazante advirtió a quienes tuvieran interés en comprarlo, que si lo adquirían se verían con la justicia.
Esta acción fue decisiva para que en Febrero de 2001, Tchacos tuviera nuevamente en su poder el códice que incluía el evangelio de Judas y que fue trasladado a Suiza.
Cinco meses más tarde se llevó a cabo la reunión con Kasser, quien de encargó de comenzar a descifrar el significado de los fragmentos del códice.
La solución al problema del origen del material, fue vender los derechos de difusión y traducción del mismo, haciendo la promesa de devolver el documento original a Egipto.
La fundación del abogado Roberty, Fundación Maecenas para el Arte Antiguo tiene el control del manuscrito y fue quien firmó el acuerdo con National Geographic Society, esto libró a Tchacos de lo relacionado con el marketing.
En Suiza, a orillas del lago Ginebra, esta ubicado el lugar donde especialistas intentan reconstruir el papiro y recuperar su contenido.
Frieda Nussberger-Tchacos, apasionada por la antigüedad, había comprado algunas páginas robadas en 1999 y luego el año siguiente, adquirió la parte restante.
La excesiva manipulación y las varias vicisitudes de compras, dañaron increíblemente el manuscrito, en Abril del año 2006, después de un largo trabajo de restauración y traducción, National Geographic presentó a su público la transcripción del llamado Código Tchacos.
La National Geographic Society mostro una traducción completa del texto, con referencias y comentarios. Fue un gran trabajo de restauración y mantenimiento del código.
El especialista en copto Rudolph Kasser jugó un papel importante en el esfuerzo de traducción.
Su equipo fue quien logró reconstruir la mayor parte, casi un 80% del manuscrito luego de cinco años de ardua labor, esto debido a que muchas partes estaban muy deterioradas y ademas faltaban algunas páginas, que se vendieron en el mercado negro.
El profesor Rodolphe Kasser, de 78 años de edad, es uno de los especialistas en copto más reconocidos y acreditados a nivel mundial, encargado del famoso evangelio, traduce la primera línea: Crónica secreta de la revelación hecha por Jesús en conversación con Judas Iscariote.
El erudito considera hermoso e interesante un documento que luego de miles de años, hace reaparecer a un hombre despreciado a través de la historia de una forma diferente.
Aquel que estaba entre los amigos predilecto de Jesús, uno de sus apóstoles, que lo entregó a los romanos por treinta monedas de plata y lo señaló con un beso.
La historia de Judas Iscariote trascendió en el tiempo y es el símbolo de traición para el cristianismo, siendo objeto de desprecio y repulsión, pero toma un giro inesperado con la aparición, restauración y traducción de este material.
Sin embargo, existía un importante detalle que no estaba claro, el equipo no sabia con seguridad si el texto era auténtico.
Fue la aparición de un contrato de matrimonio egipcio que confirmó la autenticidad del manuscrito.
El hallazgo de un estudio del Museo de Louvre sobre los matrimonios en Egipto y los contratos de tierras, que eran del mismo período y presentaron una tinta en sus escrituras similar a la utilizada en el Evangelio de Judas, permitieron constatar que el documento es auténtico.
Joseph Barab, fue el jefe del equipo científico organizado en 2006 por la National Georgraphic Society para determinar si el Evangelio de Judas era un documento autentico.
Este equipo científico determinó y concluyó que:
1-El Evangelio fue escrito en el siglo III o IV.
2-Es un documento autentico, por la simple razón de que por el tipo de tinta empleado, no podría haber sido una falsificación medieval.
Esto está respaldado por el hallazgo de las concesiones matrimoniales y de tierras que datan del Egipto de esos siglos (entre el I y III después de Cristo), que fueron escritos con el mismo tipo de tinta.
3-Estiman que este documento data de una fecha entre 130-170 d. C y se cree que el texto original fue escrito en el lenguaje helenístico común y el manuscrito copiado encontrado fue necesariamente una copia del mismo.
El Evangelio de Judas es uno de los dieciséis evangelios que se atribuyen a la Iglesia cristiana primitiva, que poseen evidencia histórica independiente de su existencia. Se estima que existen unos cincuenta Evangelios diferentes.
En este caso fue el obispo Ireneo del León quien dio evidencia de su existencia, así como algunos otros eruditos eclesiásticos, Tertuliano y Epifanio de Salamina.
En sus textos que atacaban las diferentes creencias o sectas de la época indicaba la existencia de un documento donde se reivindicaba a Judas: “Los que apoyan esta posibilidad apoyan al traidor. Judas, diciéndonos que es admirable y grandioso”
Algunos indican que la Iglesia Cristiana del momento tuvo éxito evitando que muchos de estos Evangelios místicos se conocieran y difundieran, ya que nunca los consideró parte de su núcleo religioso central.
El evangelio herético de Judas también se incluyó entre el material del cristianismo cognitivo y carecía de fe cristiana oficial, manteniendo muchas diferencias dogmáticas con respecto a esta.
Este manuscrito se conserva en la actualidad en el Museo Copto de El Cairo. Los especialistas creen en que la figura de un Judas, renacido, ha sido revelada y ha salido a la luz.
¿Qué dice el Evangelio de Judas?
El Evangelio de Judas, es un documento donde se muestran algunas conversaciones y enseñanzas que Jesús ofrece a sus discípulos.
A continuación algunos de los fragmentos de la traducción, cabe destacar que aun cuando se explico que no tiene subtitulos, intentamos organizarlo de esta manera para un mejor entendimiento:
La oración de acción de gracias
El texto explica que Jesús se une a sus discípulos preparándose para la Pascua. Cristo se ríe de ellos:
Los discípulos le dijeron (a él), “Maestro, ¿Por qué te ríes de (nuestras) oraciones de acción de Gracias? Hemos hecho lo que es correcto”
El respondió y les dijo a ellos: “Yo no me estoy riendo de ustedes, ustedes no están haciendo esto por que sea su propia voluntad, sino por que esto es un medio que su dios (será) alabado”
Ellos dijeron: “ Maestro, tu eres (…) el hijo de nuestro dios”
Jesús les respondió, “¿Cómo es que me conocen?, en verdad os digo, ninguna generación del Pueblo que esta mezclado conmigo me conocerá”.
El disgusto de los discípulos
Este dialogo al que le faltan palabras y lineas muestra un Jesús como dicen muchos expertos en el documento, algo desenfadado. Sin embargo causo molestia entre los discípulos.:
“Cuando los discípulos escucharon esto, ellos se comenzaron a molestar y se enfurecieron y comenzaron a blasfemar en contra de el en sus corazones.
Cuando Jesús observó su falta de entendimiento, les dijo, ¿Por qué esta discusión los ha llevado a molestarse? Su dios de ustedes esta dentro de ustedes”
Conversación privada con Judas
En el texto también se menciona ciertos diálogos del maestro Jesús y su discípulo:
“A sabiendas de que Judas estaba reflexionando sobre algo, pues estaba exaltado, Jesús le dijo, “Aléjate de los demás y te diré los misterios del reino.
Es posible para ti alcanzarlos, pero tu agravaras el gran pacto (36) para cualquier otro que te remplace, en orden de los 12 discípulos vendrá a ellos la complementación con su dios”.
El destino de Judas
Entre los fragmentos revelados de este documento apócrifo esta donde Judas le pregunta al maestro Jesús sobre el futuro que se avecina:
“Maestro, ¿Será que mi semilla está bajo el control de los jueces?”
Jesús le responde y le dice, “Vamos, que yo (hay dos lineas que no existen) pero tú serás agraviado cuando veas que el Reino llega y a toda su generación”.
Cuando (Judas) escuchó esto, Judas le dijo (a Jesús), “¿Qué bien es el que he recibido, por el cual tú me has apartado de esta generación?”
Jesús le respondió y le dijo: “Tú te convertirás en el décimo tercero y tú serás maldecido por las demás generaciones – Y tú regirás sobre ellos, en los últimos días ellos te maldecirán por tu ascenso a la generación bendita…
Quizás uno de los fragmentos mas controversiales del texto, para aquellos mas tradicionales.
Muchos especialistas indican que de ser cierto, esto dejaría al cristianismo sin su traidor, aquel sobre el que recayó la culpa, aliviando para muchos la responsabilidad de Poncio Pilatos y los romanos, en la historia.
Vamos que yo te enseñaré acerca (de secretos) que ninguna persona (ha ) visto antes.
Por ellos existe un gran e ilimitado Reino, cuya extensión ninguna generación de ángeles ha visto, (en la cual) existe un gran espíritu invisible que ningún ojo de un ángel ha visto antes, ni el pensamiento del corazón nunca ha comprendido, y nunca fue llamado por ningún nombre…”.
Jesús es entregado a los sumos sacerdotes
Este evangelio gnóstico, termina cuando Judas finalmente traiciona a Jesús, sin mencionar nada de lo que acontece después, es decir la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
Este fragmento relata:
“( … ) Los sumos sacerdotes murmuran porque él se ha ido a la recámara de huéspedes a orar.
Los escribas lo estaban observando cuidadosamente para posteriormente arrestarlo durante la oración, pero tenían miedo de la gente, desde que él, fue recibido por todos como profeta.
Ellos se aproximaron a Judas y le dijeron: “¿Qué haces aquí? Eres discípulo de Jesús”. Judas les respondió como ellos lo deseaban, y el recibió un dinero y se lo dieron de mano sobre ellos”.
Jesús se lo agradece, ya que prepara el momento en que quedará “liberado” del cuerpo, lo que le permite regresar al “reino grande e ilimitado cuya inmensidad no ha visto ninguna generación de ángeles”.
Según las enseñanzas gnósticas, el cuerpo es visto como una prisión para el alma, ya que la chispa divina que existe en cada ser humano aspira a volver a lo divino.
El texto habla en ciertas ocasiones de otra “generación”, que lleva la “chispa divina” y, por lo tanto, se llama alogénica.
Esta es la generación superior a la que según los textos pertenecen Judas y Cristo, en contraste con sus otros aprendices (discípulos) y los cristianos de esta generación.
Este documento nos muestra una versión diferente de Judas, lejos de ser el símbolo de traición del cristianismo.
Se deja ver como aquel que comprende con claridad el mensaje de Jesucristo y cumple su mandato de entregarlo a las autoridades romanas, aun estando advertido de cual sería su destino y recuerdo en la historia.
Es innegable que representa una total oposición al Nuevo Testamento, a nivel dogmático y discursivo.
Presenta a Judas no como el discípulo traidor que entregó a Jesús, sino como uno de sus textos indica, el hombre que redime a Dios de su cuerpo corruptible y le permite volver a su origen, su estatus divino.
Sin embargo, muchos estudiosos del área argumentan que este documento conocido como el Evangelio de Judas es un sorprendente descubrimiento arqueológico, de inmenso interés cultural.
Un texto que proporciona una visión diferente de la relación entre Jesús y Judas, sin que que derroque las creencias sagradas del cristianismo.
Este simplemente enriquece nuestro conocimiento de las percepciones teológicas de la época y las controversias religiosas dentro de la tradición cristiana.
El códice Tchacos
Conocido también como el códice de Minya por el sitio donde fue descubierto en Egipto, el códice de Tchacos, contiene entre otros escritos el Evangelio Apócrifo de Judas o libro de Judas Iscariote.
Este códice conocido por el nombre de Tchacos, por su último propietario la marchante Frieda Nussberger-Tchacos, que lo vendió a la Fundación Mecenas de Ginebra (Suiza).
Está escrito en copto, en papiro, y probablemente data del siglo IV después de Cristo.
Su hallazgo en el Medio Egipto en 1970 se sumó al de los papiros de Nag Hammadi o Alto Egipto en 1945, una importante biblioteca o archivo gnóstico.
El código Tchacos contiene exclusivamente obras de cristianismo cognitivo, tales como la “Primera Revelación de Santiago”, la “Carta de Pedro a Felipe”, algunos fragmentos del “Libro de Alógenos” y el tema central de este articulo, el Evangelio de Judas.
El Evangelio de Judas abarca desde la pagina 33 a la 58, siendo tan importante como los otros tres tratados, pues poseen un valioso contenido para los gnósticos.
Estos cuatro tratados que se conservan en el códice Tchacos son traducciones de algunos escritos originalmente compuestos en griego, entre los siglos II y III, que solo sobreviven en una tradición copta que data del siglo IV.
Están destinados a la instrucción de aquellos que se embarcan en el camino del “conocimiento”. Sus autores los pusieron bajo la autoridad de discípulos a quienes el cristianismo no les ha dado un lugar sobresaliente.
Los originales se extraviaron y estas son las únicas versiones existentes, en lengua coptas que nos permiten volver a la época en que se definió el cristianismo.
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