La Novena a San Charbel es una plegaria que toma las enseñanzas de Youssef Antun Makhlouf un religioso libanés que muchos devotos la realizan con el objeto de obtener beneficios espirituales y materiales, se realiza por nueve días conócela a través de la lectura de este artículo.
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Novena de San Charbel
Esta plegaria es una evocación y agradecimiento a San Charbel, quien fue un religioso de nacionalidad Libanesa, que dedicó su vida a la religión y la iglesia, su fama y prestigio se presentaron cuando el joven Youssef Antoun Makhlouf (verdadero nombre de San Charbel) comenzó a mostrar interés por los asuntos religiosos y la iglesia.
Biografía de San Charbel
Se ordenó como maronita (movimiento católico nacido de San Marón entre los años 350-410 d.C., un monje que vivió y murió en los entornos de Antioquia de Siria), en el año 1851, donde al ingresar al monasterio principal, recibió su nombre de Charbel, para el año 1859 ya era considerado sacerdote.
Fue devoto de Dios dedicando su vida a la oración, la iglesia y la penitencia, también tenía el don de la sanación (taumaturgia), donde para muchos seguidores alegan que continuó realizando incluso hasta después de su muerte.
Permaneció por muchos años predicando y sanando hasta el 24 de diciembre de 1998 cuando enfermó gravemente mientras oficiaba una misa. Contaba con 70 años y fue enterrado en el cementerio cerca de su propio monasterio, ese mismo día comenzaron a observarse algunas luces extrañas que salían de su tumba.
Este fenómeno duró algunas semanas, obligando a las autoridades eclesiásticas a llevar su cuerpo hacia un ataúd especial, y cuando fue exhumado el mismo segregaba sudor y sangre.
Milagros
Desde entonces los devotos de San Charbel visitan su tumba, y alegan que al salir de ella, comienzan a recibir los favores solicitados a Dios. En 1950 la tumba de San Charbel fue exhumada de nuevo y el cadáver estaba intacto.
En él se encontraron unas manchas parecidas al aceite, sobre todo encima del ataúd, y se cree que este aceite tiene propiedades curativas, donde la Iglesia católica las presenta como una de las reliquias más sagradas de San Charbel.
Beatificación
En 1965 fue beatificado y en 1977 canonizado, se le atribuyen miles de sanaciones entre las más importantes las de una mujer mexicana residente en Phoenix, Arizona Estados Unidos, la cual no podía ver, de manera que a través de la unción del aceite recobró totalmente la vista.
La San Charbel novena consiste en una plegaria que se realiza por nueve días consecutivos con el objeto de pedir favores a San Charbel, sobre todo curación de enfermedades y resolución de problemas familiares, veamos entonces con se realiza y cuál es su estructura.
Oración diaria
Antes de comenzar cada día con la novena se debe realizar una oración de agradecimiento a Dios con el objeto de solicitar la intermediación de San Charbel en los favores que se solicitaron ese día, la oración dice así:
“Oh Dios infinitamente Santo y Glorificado por tus Santos, tú que inspiraste al santo monje y ermitaño Chárbel a vivir y a morir en perfecta semejanza con Jesús, otorgándole la fuerza de separarse del mundo a fin de hacer triunfar, en su ermita el heroísmo de las virtudes monásticas: la pobreza, la obediencia y la castidad”.
“Te imploramos nos concedas la gracia de amarte y de servirte siguiendo su ejemplo. Oh! Señor Todopoderoso, que manifiestas el poder de la intercesión de San Chárbel con numerosas milagros y favores, concédenos la gracia que nosotros te imploramos por su intercesión. Amén.
Primer dia.
Después de realizar la plegaria del día se procede a realizar la oración a San Charbel de esta día veamos:
“¡Oh. Bienaventurado San Chárbel, que desde tu santo cuerpo venciste la corrupción y resplandeció en ti el perfume del cielo, ven en mi ayuda y concédeme la gracia que a Dios pido en esta necesidad que tengo” (se hace la petición). Amén.
“Oh, San Charbel, amigo de Dios, ruega al Señor por mí. Oh Dios que concediste a San Charbel el don de la fe, te suplico que me obtengas la gracia divina que bajo su intercesión imploro, de vivir conforme a tus mandatos y a las enseñanzas de la Biblia. A ti sea la gloria, ahora y por los siglos. Amén”.
Al terminar se realiza un padre nuestro y un ave María, luego para concluir el ceremonial diario se realiza la siguiente meditación:
“La vida de San Chárbel era tan virtuosa y el fervor de su espíritu tan grande, que todos veían en él un instrumento elegido de la gracia de Dios”.
Segundo día
Después de la oración diaria se dice lo siguiente:
“Oh, San Charbel, mártir de la vida monástica que experimentaste el sufrimiento y que nuestro Señor Jesús te convirtió en faro de luz, acudo ahora a ti y te pido que, por tu intercesión, me obtengas de Dios la gracia que le pido” (hacer la petición). Y concluir con “Confio en tu intercesión. Amén”.
Oh, San Charbel, vaso de agradable aroma, ruega al Señor por mí. Oh Dios de misericordia, que glorificamos a San Charbel dándole gracias innumerables para realizar milagros, ten piedad de mí y concédeme por su intercesión el favor que ahora te pido A ti sea la gloria ahora y por los siglos. Amén.
Se realizan un Padre Nuestro un Ave María y un Gloria, luego se concluye con esta meditación:
“Toda Santidad de San Chárbel consiste en el amor a Jesucristo, nuestro Redentor”.
Tercer día
Decir la oración diaria y luego comenzar con lo siguiente:
“Oh, San Charbel, amigo, que resplandeciente como una brillante estrella en medio de la Iglesia, ilumina mi camino en esta vida y fortalece mi esperanza, mientras invoco tu intercesión para obtener la gracia que pido” (se realiza la petición) y se dice: “Te lo pido en el nombre de Cristo crucificado a quien siempre has servido. Amén.
“.Oh, San Charbel, modelo de paciencia y silencio, ruega al Señor por mí, Señor Jesús, que santificaste a San Charbel y le ayudaste a crear su propia cruz, dame el coraje, por intercesión de San Charbel, de sobrellevar todas las contradicciones y dificultades de mi vida con paciencia y docilidad a tu divina Voluntad. A ti sean dadas las gracias ahora y por los siglos. Amén.
Se rezan un Padre Nuestro, Ave María y un Gloria, concluyendo con la meditación siguiente:
“San Chárbel, cuyo espíritu fue admirablemente iluminado por el resplandor de la Eucaristía, iluminó a su vez, con su fe, a toda la Iglesia”.
Cuarto día
Oración del día y luego decir:
“¡Oh! Afectuoso padre San Chárbel, recurro a ti con toda la confianza de mi corazón. Para que por tu poderosa intercesión ante Dios, me concedas la gracia que te pido” (se expresa la petición) “muéstrame tu afecto una vez más. Amén”.
¡Oh! San Chárbel, jardín de virtudes, intercede por mí. ¡Oh! Dios, Tú que has otorgado a San Chárbel la gracia de parecerse a Ti, otórgame con su ayuda, el crecer en las virtudes cristianas. Ten piedad de mí, para que pueda alabarte por siempre. Amén.
Realizar un Padrenuestro, un Avemaría, y un Gloria, concluyendo con la meditación siguiente:
“Dios llamó a San Chárbel a apartarse del mundo por amor suyo y a consagrarse sólo a Él, en la austeridad y en la penitencia, y a gozar de las delicias divinas”.
Quinto día
Oración del día y rezar:
“Oh, San Charbel, amado de Dios, ilumíname, ayúdame y enséñame a complacer siempre y en todo a Dios. Apresúrate a socorrerme, oh padre tierno. Acudo a ti para que le pidas a Dios por esta mi necesidad” (hacer la petición). Amén.
Oh, San Charbel, amigo del Crucificado, ruega al Señor por mí. Oh, Dios, escucha a mi llamado por la intercesión de San Charbel. Guarda mi pobre corazón y dame tu paz. Aplaca las dificultades de mi alma. A ti sea la gloria ahora y por siglos. Amén.
Se rezan el Padre Nuestro, Ave María y Gloria, la meditación es como sigue:
“San Chárbel, pobre y humilde en la tierra, entra colmado de riquezas en el cielo, y en su honor se elevan plegarias e himnos celestiales”.
Sexto día
“Oh, San Charbel, poderoso intercesor, te pido que colmes la gracia que ahora requiero (hacer la petición). Una sola palabra tuya a nuestro buen Jesús es suficiente para que me perdone, tenga piedad de mí y me obtenga el favor que ahora necesito. Amén”.
“Oh Dios, que escogiste a San Charbel como protector nuestro con el poder de tu divina gracia, concédeme por su intercesión el favor que te pido. A ti sea la gloria ahora y por los siglos. Amén”.
Se rezan el Padre Nuestro, Ave María, Gloria y se dice al final:
“San Chárbel buscaba la perfección del amor en el voto de la Pobreza que era la riqueza de su vida”.
Séptimo día
“Oh, San Charbel, amado por muchos, ayúdame en mis necesidades. Tengo una firme esperanza en tu intercesión ante Dios. Alcánzame la gracia que a Dios le pido” (se hace la petición). “Amén”
“Oh, San Charbel, que das santos consejos a los extraviados, ruega al Señor por mí. Oh, Dios, mis innumerables pecados son escondidos por las gracias que me concedes. Respóndeme por la intercesión de San Charbel. A Ti, gracia encarnada, se la gloria y la acción de gracias a hora y por los siglos. Amén.
Se termina con un Padre Nuestro, un Ave María, y una Gloria. Meditación final:
“Dios llamó a San Chárbel a vivir con Él en la soledad, en la oración, en la contemplación, y en el silencio”.
Octavo día
Después de la oración del día rezar:
“Oh, San Charbel, cuantas veces te he visto de rodillas sobre tu áspera alfombra de caña, ayunando, absteniéndose y absorto en el llamado de Dios, mi esperanza y mi confianza en ti aumentan. Te pido, con esta confianza, que me ayudes a recibir de Dios la gracia que ahora le pido” (hacer la petición). “Amén”.
“Oh, Jesús, luz apacible, tú que has elevado a tu amado Charbel a la perfección bíblica, te pido de todo corazón la gracia de vivir, en todo lo que me quede de vida, conforme a tu divina voluntad. Te amo, oh Dios y salvador mío. Amén.
Culminar con un Padre Nuestro, el Ave María y la Gloria. Meditación:
“San Chárbel brilló por su ejemplo: una vida loable y recta. Como luz del mundo iluminó a todos con el resplandor de su conducta y con el fulgor de su santidad.
Noveno día
Oración del día y seguir con:
“Oh! padre San Chárbel, aquí estoy al final de esta novena. Mi corazón se regocija mientras te hablo. Tengo plena confianza en que obtendré de Jesús (Se hace la petición), que he pedido por tu intercesión. Me arrepiento de mis pecados y prometo no caer nunca más. Te pido obtener la realización de lo que he pedido con mi oración.
“¡Oh! San Chárbel, corona de gloria, intercede por mí. Señor, Tú que escuchas la oración de San Chárbel, y que le has otorgado la gracia de unirse a Ti, ten piedad en mi desamparo, sálvame de todas las desgracias que no puedo soportar. A Ti la gloria, la alabanza, y la acción de gracias por siempre. Amén”.
Terminar con el Padre nuestro, Ave María, y Gloria, Meditación:
“Toda la vida de San Chárbel fue un reflejo de las excelsas virtudes de la Santísima Virgen María. Tengan devoción a la Virgen, pues ella garantiza nuestra salvación”.
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