La Oración a la virgen de la medalla milagrosa es utilizada por miles de personas por todo el mundo con el objeto de obtener beneficios, entre los que se encuentran conseguir un empleo decente, conoce en este artículo cómo realizar esta Oración.
Oración a la virgen de la medalla milagrosa
Consiste en un hermosa plegaria que muchos fieles utilizan para solicitar diversos favores, pero especialmente para solicitar empleo, esta oración se enmarca dentro de las festividades de la Virgen de la medalla milagrosa que se realiza el 27 de noviembre, fecha en la cual la historia dice que la Virgen María le solicitó a Santa Catalina Labouré, la elaboración de una medalla.
La virgen se le apareció a Santa Catalina en varias ocasiones y en la medalla pudo plasmar varios detalles referentes a el contenido de la aparición. La medalla está compuesta por una serie de símbolos que tienen un significado bien interesante:
El Triunfo sobre Satanás
Este símbolo se encuentra en la parte frontal de la medalla y se observa una Virgen sobre el mundo aplastando con sus pies a una serpiente, simbolizando el poder de la Virgen sobre satanás.
La Evocación del Apocalipsis
Este momento está representado en la medalla a través de una serie de estrellas, doce en total que se ubican en la parte superior de la cabeza de la Virgen, quien en su vestido aparece plasmado el sol descrito en el Apocalipsis.
Los Rayos de gracia
Se reflejan una serie de rayos luminosos saliendo de las manos extendidas de la virgen, esto es una alegoría a la misión real que tiene María en la tierra, como madre y protectora de todos los hombres en el mundo.
El signo de la Inmaculada
La inscripción “Oh María”, se encuentra inscrita en la medalla, lo que indica la misión de la Virgen en la intersección de la Madre de Dios y su proclamación como inmaculada el 27 de noviembre.
La realeza de María
La otra figura representada en la medalla es un globo terráqueo, el cual es la tierra que se encuentre bajo los pies de la Virgen, indicando entonces que María es la reina del cielo y la tierra.
Referencia a la madre del crucificado
En la parte trasera de la medalla se observa la letra “M”, el cual es el símbolo de María, dando un significado de la maternidad, luego se observa una cruz que da relevancia al ministerio de la redención, siendo la barra que sostiene dicha cruz una letra del alfabeto griego “I” llamada “yota”, representando la primera letra del nombre de Jesús, lo que indica la representación de Jesús crucificado.
La Iglesia con los Sagrados Corazones
Se aprecian igualmente doce estrellas, que realmente son el símbolo de la Iglesia que Jesucristo decidió fundar, también aparecen los sagrados corazones de Jesús y María en referencia a la devoción que todo cristiano debe tener en su vida.
Las doce estrellas son símbolo de la Iglesia que Cristo funda sobre los apóstoles. Mientras que los Sagrados Corazones de Jesús y María hacen referencia a la devoción que los cristianos debemos tener a ambos corazones.
La Medalla Milagrosa se considera un instrumento sacramental de la Iglesia, está representada como uno de los instrumentos milagros más importantes por ser una fuente de poder de la gracia de Dios hacia la humanidad, de allí su devoción y la forma en que muchos fieles la veneran a través de la oración.
Los efectos de los instrumentos sacramentales se presentan para limpiar los pecados y vencer las tentaciones, la medalla no es un amuleto de la buena suerte ni una especie de joya que va a destruir a los enemigos, esta representa un vínculo entre el cielo y la tierra para el hombre.
Evocar a la Virgen María quien se encuentra encima del mundo como la reina del cielo y la tierra, protegiendo a todos los hombres de las insinuaciones de satanás, los devotos realizan diversas ceremonias donde incluyen la oración a la Virgen de la medalla milagrosa, tema principal de este artículo.
Consagración a la Virgen de la Medalla Milagrosa
Consiste en una oración donde se alaba y se agradece a Dios por la consagración de la Virgen María como la reina del cielo y la tierra, dándole poder para dominar las fuerzas del maligno, en la medalla se aprecia como la virgen con sus pies aprisiona a una serpiente, evocando su dominio contra el maligno.
Esta oración a la medalla milagrosa es usada por muchos fieles con el objeto de solicitar agradecimientos a los favores recibidos, entre los que se encuentran principalmente solicitudes de empleo, sanación de enfermedades entre otras peticiones, la oración tiene la siguiente descripción:
“Oh Virgen, Madre de Dios, Inmaculada María, nos ofrecemos y consagramos a ti, bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Que esta Medalla sea para cada uno de nosotros, prenda del amor que nos tienes, y nos recuerde nuestros deberes para contigo.”
“Que siempre que la llevemos nos bendiga tu amorosa protección, y nos conserve en la gracia de tu Hijo. Oh Virgen poderosa, consérvame siempre a tu lado en todos los instantes de nuestra vida. Concede a estos hijos, la gracia de una buena muerte, para que en unión contigo podamos gozar para siempre de la eterna felicidad. Amén”.
La oración para la sanación
Si deseamos tener un buen empleo es importante contar con buena salud, no es menester apreciar los favores de la virgen si no contamos con las condiciones mentales y físicas que nos permitan desarrollar cualquier actividad intelectual o laboral.
Solicitar un empleo a través de la oración a la Virgen de la medalla milagrosa, nos permite afianzar la fe y la confianza espiritual de Dios, así como aumentar nuestra energía particular lo que nos lleva a fomentar los valores espirituales al momento de pertenecer a una empresa y organización laboral.
Contar con buena salud es un buen síntoma de que nuestra mente también se encuentra en buenas condiciones, si tenemos algún tipo de enfermedad que te limite conseguir un empleo, representa un obstáculo que puede ser vencido a través de la siguiente oración de la medalla milagrosa:
“María Inmaculada, tú te nos has dado a ti misma como nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Tú nos has pedido que oremos con confianza prometiendo que así recibiremos grandes bendiciones. Sabemos de tu compasión, porque tú viste a tu Hijo sufrir y morir por nosotros. En tu unión con su sufrimiento, te hiciste la Madre de todos nosotros”.
“María, madre mía, enséñame a entender mi sufrimiento como lo haces tú y a soportarlo en unión con el sufrimiento de Jesús. En tu amor de madre, calma nuestro miedo y aumenta nuestra confianza en el misericordioso amor de Dios”.
“Según el plan de Dios, consigue para mí la curación que necesito. Intercede ante tu Hijo, para que me dé la fuerza que necesito para trabajar para la gloria de Dios y la salvación del mundo. Amén”.
Realización del Triduo
Esa actividad para los que no la conocen consiste en una observancia religiosa donde se realizan rezos y oraciones los cuales duran tres días, los cuales son considerados los más importantes dentro de la liturgia.
Este triduo comienza cada día con una oración preparatoria y por tres días se realiza la oración a la virgen milagrosa y en el caso que corresponde relacionadas con la medalla milagrosa, veamos su estructura y contenido.
Oración Preparatoria
Esta oración se realiza durante los tres días de manera idéntica comienza con la realización de la señal de la cruz y diciendo “Señor mío Jesucristo”, luego la oración:
“Oh María, sin pecado concebida, vedme postrado a vuestras plantas, lleno de confianza. Ese vuestro rostro purísimo, esa amable sonrisa de vuestros labios, esas manos cargadas de celestiales bendiciones, esa actitud amorosa que habéis adoptado para recibir a los que vienen a Vos, esos ojos fijos en la tierra para observar nuestras necesidades y venir en nuestro auxilio.
“Todo me inspira amor, confianza y completa seguridad. Y como si esto fuera poco para alejar de nosotros toda duda habéis empeñado solemnemente vuestra palabra en favor de los que lleven la Santa Medalla, diciendo a vuestra sierva, Sor Catalina Labouré: “Cuantos lleven esta Medalla, alcanzarán especial protección de la Madre de Dios.”
“Madre mía amantísima: Vos sabéis que la llevo sobre mi pecho, que la beso con amor y que os invoco con frecuencia. Realizado, pues, en mí vuestras promesas; venid en mi auxilio, cubridme con vuestra protección, para que Jesús se apiade de mi pobre alma y merezca conseguir por vuestro medio la gracia, que pretendo con este triduo a vuestra Santa Medalla.
Realizada la plegaria se procede a comenzar con la Oración al primer día dedicada en alabanzas bendiciones a la Virgen María:
Primer día, en nombre de María
Realizada la oración preparatoria se procede a decir la plegaria, se debe escoger un lugar tranquilo y sin interrupciones, esta oración generalmente se realiza durante las actividades de la Eucaristía y la Liturgia, por lo que es recomendable acudir a la Iglesia, el cual es el mejor recinto para hacerla.
El nombre de María se encuentra inscrito en la medalla como una forma de manifestar su presencia salvadora ante el maligno, se puede apreciar su hermoso nombre en la eyaculación que rodea su imagen, La oración dice de la siguiente forma:
“Nombre excelso, nombre grande, nombre ilustre y singular, que encierra en sí todas las virtudes con que Dios adoró a María, nombre que calma las aspiraciones de toda la tierra, nombre que anuncia la felicidad a los mortales, nombre que pronuncian con entusiasmo los Ángeles.
“María tu nombre regocija a la corte celestial; nombre de quien podemos decir con San Bernardo que no es un nombre vacío de significación, como el de los héroes del mundo, sino que encierra en sí la más positiva grandeza. Nombre dulcísimo, que suaviza los males del hombre y es el apoyo más sólido de sus esperanzas, la prenda más segura de su porvenir”.
“¡Oh María! Cuál seréis Vos misma, si solo vuestro nombre es tan amable y tan gracioso? ¡Oh Santísima Virgen María!, exclama San Bernardo, vuestro nombre es tan dulce y amable, que no puede pronunciarse sin que deje inflamado de amor y favorecido al que lo nombra. Nombre augusto de María, tú serás para mi alma la escala bendita que la conducirá al reino de los Cielos”.
Para terminar este primer día de Triduo, se rezan tres avemarías de forma seguida, y luego la jaculatoria siguiente: “¡Oh María, sin pecado concebida; rogad por nosotros que recurrimos a Vos!, Amén”. Algunos fieles deciden culminar este día de triduo realizando la oración de Atanasio:
“Acoge, oh Santísima Virgen, nuestras súplicas y acuérdate de nosotros. Dispensamos los dones de tus riquezas. El Arcángel te saluda llena de gracia. Todas las naciones te llaman bienaventurada, todas las jerarquías del Cielo te bendicen, y nosotros, que pertenecemos a la jerarquía terrestre, decimos también: Dios te salve, oh llena de gracia, el Señor es contigo, ruega por nosotros, oh Madre de Dios, nuestra Señora y nuestra Reina. Amén.”
Segundo día, Concepción de María
El gran privilegio que se la concedido la santísima trinidad a la Virgen es el don del concepción, en la medalla Milagrosa aparece posteriormente en la medalla el misterio de la purísima creación de María. De manera que en este segundo día la oración es dedicada a esta situación espiritual.
Es importante decir antes de la dedicación a la Virgen, la oración preparatoria, y después relacionar la imagen que aparece en la medalla aplastando a la serpiente, en analogía a la derrota de lucifer, se debe entonces hacer evocación a esta plegaria:
“Cuantos piadosamente lleven esta Medalla y devotamente rezara esta oración: ¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!, alcanzarán particular protección de la Madre de Dios. Repitamos, pues, sin cesar, esa hermosa jaculatoria”.
“Sea ella el suave y delicioso alimento de nuestras almas. Resuene en todos nuestros peligros, en nuestras angustias, en nuestras alegrías, y sobre todo en la hora de nuestra muerte: ¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros, que recurrimos a Vos! Así sea. Amen.”

Se hacen las peticiones correspondientes a este día y se culmina igualmente con la realización de tres avemarías. Algunos fieles prefieren agregar la Oración de San Andrés como una forma de complementar y reforzar la fe en la Virgen, la misma dice así:
“¡Oh María!, si pongo mi confianza en Ti, seré salvo; si me hallare bajo tu protección, nada he de temer, porque ser tu devoto es tener armas seguras de salvación, que Dios concede a los que quiere salvar”.
“¡Oh Madre de misericordia!, intercede por nosotros y en la hora de nuestra muerte recíbeme en tus brazos y presenta nuestras almas a tu divino hijo, Jesús, y esto será bastante para que Él nos mire con amor y nos reciba en su reino. Amén”.
Tercer día, protección de María
Después de rezar la oración preparatoria se procede a realizar la oración correspondiente en este tercer día en el cual está dedicada a la protección de la Virgen María, en la medalla milagrosa aparece la virgen como el auxilio divino, esto favorece a los que portan diariamente la medalla.
Según San Bernardino, la medalla es muy generosa y cortez con quien la porta, permite abrir el corazón de los hombres y ayudar a crear la bondad y el amor hacia los demás, la plegaria dice de la siguiente manera:
“Rogad por nosotros, que recurrimos a Vos” ha venido a ser fuente sagrada de vida, de gracia y de santidad; remedio de todas las enfermedades, consuelo de los afligidos y dulce esperanza de los pecadores.
“¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros, que recurrimos a Vos!”, y esta oración tan grata a la madre de Dios, será suficiente para aliviarnos y socorrernos. Si la enfermedad viene a visitarnos, ella nos curará, si la salud nos conviene, y de no convenimos nos concederá la gracia de soportar el dolor con cristiana resignación”.
“Si el desaliento quiere apoderarse de nosotros y la tristeza sumergirnos en un mar de desolación, repitamos la jaculatoria de la Medalla, y la Virgen nos consolará, porque es Madre de los afligidos, alivio de nuestros males y eficaz remedio para todos los sufrimientos del humano corazón. Con el apoyo de María viviremos confiados lejos de la culpa y nuestra muerte será preciosa a los ojos del Señor. Así sea. Amen”.
Se realiza entonces la petición similar al primer día se rezan tres avemarías y si lo desea puede realizar la oración a San Germán, la cual consiste como complemento a la principal, esta oración dice si:
“¡Oh mi única señora y único consuelo de mi corazón! Ya que eres el celestial rocío que refrigera mis penas; Tú que eres la luz de mi alma cuando se halla rodeada de tinieblas; Tú que eres mi fortaleza en las debilidades, mi tesoro en la pobreza y la esperanza de mi salud, oye mis humildes ruegos y compadécete de mí, como corresponde a la Madre de un Dios, que ama tanto a los hombres”.
“Concédeme la gracia de gozar contigo en el Cielo, de vivir contigo en el Paraíso. Yo sé que siendo Tú la Madre de Dios, si quieres, puedes alcanzarme esta gracia; así lo espero de tu misericordia. Amén”.
Al finalizar el tercer dia se concluye con la realización de tres avemarías y un gloria, esperando entonces que la gracia de Dios interceda a través de la virgen y pueda conceder las peticiones respectivas.
Oración para obtener un buen empleo
La siguiente Oración a la virgen de la medalla milagrosa, está elaborada con el objeto de obtener beneficios no solo de empleo sino para el bienestar de la familia, buscar la salud del entorno familiar peros sobre todo para que la iluminación de la gracia de Dios llegue a todos los corazones de los necesitados. Veamos:
“Oh Medalla de María Milagrosa, sé mi escudo y protección contra todo dardo incendiario del maligno. Que mi ser físico y espiritual a través de tu medalla, permanezcan unidos a ti, Madre Milagrosa”.
“Que tu santa medalla me libre de todo mal y peligro; que tu santa medalla me proteja de toda enfermedad, pestes y virus; que al invocar tu santa plegaria: “Oh María concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a Ti”, sea yo, mi familia y seres queridos, protegidos de toda calamidad y muerte imprevista”.
“Oh Medalla Milagrosa, protege mi hogar y bienes materiales de todo desastre natural, protege mi vida espiritual y todo mi ser; ampárame madre mía, con el escudo protector de tu medalla; dichoso aquel que la lleva puesta como coraza en su cuerpo y en su alma, porque Tu protección estará con él de noche y de día. Gracias Madre Mía, por tu coraza espiritual, que aleja de mí, al invisible espíritu del mal”.
Se procede a continuación a declamar la siguiente plegaria donde los fieles suelen responder a la solicitud, veamos:
“Oh medalla de María Milagrosa, en los momentos de peligro”, Fieles: “Cuídame”
“Oh medalla de María Milagrosa, de las pestes y enfermedades” Fieles: “Cúrame”
“Oh medalla de María Milagrosa, del enemigo de mi alma” Fieles: “defiéndeme”
“Oh medalla de María Milagrosa, de los desastres naturales e imprevistos mi hogar y bienes materiales” Fieles: “Protege”.
“Y en la hora de mi muerte, que la luz de tu Medalla Milagrosa, me guíe a la Gloria Eterna. Amén”.
Entonces finaliza la oración de la siguiente forma:
“Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, con tan hermosa belleza, a ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día, alma, vida y corazón, mírame con compasión, no me dejes Madre mía; mi corazón a tus plantas pongo bendita María, para que a Jesús lo ofrezcas junto con el alma mía. Amén”.
Letanías a la Virgen
Son una serie de alabanzas y peticiones que se realizan en cualquier momento bien sea de la liturgia, la Eucaristía o cuando alguno de los fieles tenga algún compromiso sacerdotal o sacramental, esta letanía dice de la siguiente manera:
“Señor, ten piedad, Cristo, ten piedad, Señor, ten piedad, Cristo, óyenos, Cristo, escúchanos, Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros, Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros, Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros”.
“Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros. Santa María, ruega por nosotros. Santa Madre de Dios, Santa Virgen de las vírgenes, Madre de Cristo, Madre de la Iglesia, Madre de la divina gracia”.
“Madre purísima, Madre castísima, Madre siempre virgen, Madre inmaculada, Madre amable, Madre admirable, Madre del buen consejo, Madre del Creador, Madre del Salvador, Madre de misericordia”.
“Virgen prudentísima, Virgen digna de veneración, Virgen digna de alabanza, Virgen poderosa, Virgen clemente, Virgen fiel, Espejo de justicia, Trono de la sabiduría, Causa de nuestra alegría, Vaso espiritual, Vaso digno de honor, Vaso insigne de devoción”.
“Rosa mística, Torre de David, Torre de marfil, Casa de oro, Arca de la Alianza, Puerta del cielo, Estrella de la mañana, Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores, Consoladora de los afligidos, Auxilio de los cristianos, Reina de los ángeles, Reina de los patriarcas, Reina de los profetas, Reina de los apóstoles, Reina de los mártires, Reina de los confesores, Reina de las vírgenes, Reina de todos los santos, Reina concebida sin pecado original, Reina asunta a los Cielos, Reina del Santísimo Rosario, Reina de la familia, Reina de la paz”.
Y concluye esta letanía, muy conocida por muchos y considerada una de las más extensas en todo el mundo, su contenido da pie a que pueda llegar a muchas personas y solicitudes a la Virgen.
“Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad y misericordia de nosotros”.
“Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén”.
Oración para obtener una gracia Especial
Para finalizar queremos presentar una oración que sirve de mucha ayuda en personas que desean obtener algún tipo de milagro o gracia especial, a través de la Virgen de la medalla milagrosa, se recomienda hacerla en un lugar tranquilo e intentar tener cerca una figura o imagen de la Virgen de la medalla milagrosa.
“¡Oh María, consuelo de cuantos os invocan! Escuchad benigna la confiada oración que en mi necesidad elevo al trono de vuestra misericordia. ¿A quién podré recurrir mejor que a Vos, Virgen bendita, que sólo respiran dignidad y clemencia, que dueña de todos los bienes de Dios, sólo pensáis en difundirlos en torno vuestro?”
“Sed pues mi amparo, mi esperanza en esta ocasión; y ya que devotamente pende de mi cuello la Medalla Milagrosa, prenda inestimable de vuestro amor, concédeme, Madre Inmaculada, concederme la gracia que con tanta insistencia os pido. Amén.”
Otras oraciones
Existen muchas oraciones dedicadas a la Virgen de la medalla milagrosa, que pueden ayudar a solventar cualquier problema de tipo emocional espiritual material, pero siempre tomando en cuenta que este tipo de oraciones no deben ser utilizadas para invocaciones negativas y malignas, siempre están compuestas por frases inspiradas en el bien.
Están basadas en el poder de la medalla milagrosa y reiteramos que no es un amuleto de la buena suerte ni objeto para generar energías negativas y dañar a otras personas, veamos:
- Para obtener la conversión de un pecador
- Oración para la curación de un enfermo
- Para dar gracias por favores recibidos
- Oración de ofrecimiento a la santísima Virgen
- Por la asunción de María
- Por la consagración de la Virgen
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Oración para conseguir el trabajo