Historia De Los Símbolos Del Bautismo Y Sus Signos

Cuando exploramos algo tan especial como los sacramentos de la iglesia católica, podemos descubrir que hay mucho más escondido tras ellos, y no, con esto no nos referimos a lo espiritual aunque ciertamente esta es la parte de mayor importancia, pero cada sacramento tiene un porque en cuanto a sus elementos y por tal motivo, vamos a profundizar acerca dichos elementos del primero de los sacramentos que se recibe, conoce aquí los símbolos del bautismo.

símbolos del bautismo

El Bautismo

El bautismo es el primer sacramento, que se le brinda a cada nuevo ser humano que ha venido al mundo para que se le abra la puerta al ambiente cristiano, pues cuando hemos nacido, nuestra alma viene acompañada del pecado que se ha venido heredando de generación en generación desde nuestros primeros padres Adán y Eva.

Todavía no formamos parte de la Iglesia; entonces a través de ese sacramento, el agua es el principal de los símbolos del bautismo con el que obtenemos la purificación y comenzamos a componer el cuerpo místico de Cristo que está conformado por cada uno de los bautizados.

Es el inició de un camino lleno de cosas buenas y gracias al Bautismo, tenemos la admisión y dicha de recibir los demás sacramentos que fortalecen nuestra alma y nos unen cada vez más a nuestro señor Jesucristo. Y siendo purificados en este acto de amor y de perdón que nos da a entender lo infinita que es su misericordia desde nuestra niñez, nos convertimos prácticamente en hijos de Dios.

La palabra Bautismo, deriva del griego βάπτισμα, es decir báptisma, que significa “inmersión”, que es el sumergimiento de nuestro ser en el agua purificadora. El agua simboliza un canal de purificación para diversas religiones antiguas. De hecho, en el judaísmo era requerible que se pusieran en práctica, los lavatorios que purifican y que dan el permiso de poder entrar al culto.

símbolos del bautismo

El agua es considerado como el elemento que limpia el cuerpo tanto externa como internamente de toda contaminación que de las manchas que se producen por el pecado. Con el pasar de los años, estas prácticas que tenían al agua como recurso esencial, se fueron expandiendo y empezaron a ser aplicadas en distintas comunidades y religiones.

Depuraciones en ritos y lavados limpiadores, son el comienzo  que luego daría paso al Bautismo como hoy lo tenemos pero desde tiempos remotos que se ubican en el Antiguo Testamento, los hombres sabían el poder salvífico del agua entre los símbolos del bautismo, y como este funciona como herramienta de la voluntad de Dios para la salvación que aquellos que fueran justos de corazón. Tengamos presente el Diluvio Universal que llevo a Noé a construir el arca  (Génesis 7) y el Mar Rojo que fue cruzado por Moisés y el pueblo de Israel (Éxodo 14).

La idea de lo que normalmente conocemos como bautismo se hace más clara cuando en el Nuevo Testamento, conocemos a Juan el Bautista por la forma en que este lo instituía, inclusive, además de utilizar el agua para purificar, Juan logró que aquellos que lo recibieran, empezaran a conformar parte de los descendientes de Abraham. Asimismo, el bautismo de Juan era signo de preparación y de la espera gozosa de aquel que ya este próximo a venir, del Mesías.

símbolos del bautismo

Para poder participar en este nuevo Bautismo que Juan ofrecía, era indispensable que las personas se arrepintieran por todos los pecados e implorarán el perdón de parte de Dios. Y quienes hacían esa solicitud, debían estar conscientes del impacto que esto tendría en sus vidas, pues no era cualquier cosa, significaba asumir el compromiso de no solo librarse de la persona vieja, sino de revestirse de la nueva y permanecer con esa nueva vestimenta hasta el final, con el agua siendo pilar de los símbolos del bautismo.

El mismo Juan afirma que este no es el Bautismo definitivo sino temporal, es la apertura para el Bautismo que traerá aquel que es poderoso y al que Juan ni siquiera es digno de desatarle la correa de su sandalia a pesar de que Juan llego primero (Juan 1; 27). Él decía: “Un Bautismo hecho con agua esperando eso hecho con fuego”; pues el bautismo que traía el mesías era no con agua, sino con el Espíritu.

En aquel tiempo que Jesús se encontró con Juan para que este le diera el bautismo, es signo de que el Mesías acepta con amor el destino que le esperaba y dice la Biblia: Al salir del agua, Jesús ve el cielo abrirse y el Espíritu Santo aparece en forma de paloma, mientras desde el cielo se oye una voz: “Tu eres mi hijo amado, mi predilecto”. (Mateo 3; 16).

El Espíritu Santo se posa sobre él a modo de que Jesús se convierta en el Cordero de Dios, vemos que entonces el mismo Redentor, nació nuevamente y sabiendo la misión que el padre le había encomendado, la acepto sin protestar aunque incluía un fuerte desenlace que no sería para siempre porque la Resurrección venia luego.

Es así como el futuro de un hombre y de los seres humanos, se obtiene en las orillas del río Jordán, en donde ante un acto tan noble y humilde, la historia iba a cambiar por siempre.

El significado del Bautismo Cristiano

Es importante destacar que Pentecostés fue el evento que fundamento las bases de la iglesia y una vez que el Espíritu Santo se posó sobre los Apóstoles, lo cual ocurre cincuenta días posteriores a la Resurrección de Jesús; se empiezan a dar forma a componentes esenciales de la Iglesia y entre ellos tenemos al Bautismo, pues el mismo nace de ese momento.

Así como el Bautismo del Mesías en el río Jordán, fue el inicio de su ministerio entre los hombres; el Pentecostés, vendría representando el Bautismo de fuego del Espíritu Santo y la gran misión que en ese momento tuvieron los apóstoles para dar a conocer a Jesús y especialmente bautizar, todo para el origen de nuestra Iglesia cristiana.

Por mandado de Jesús, desde aquel acontecimiento, Pedro como cabeza de la Iglesia y los demás discípulos, iniciaron a predicar y promover, el arrepentimiento de las órdenes para el perdón de sus pecados pero que este debía ir más allá de las palabras, debía demostrarse ante Dios, recibiendo el Bautismo para la absolución de cada falta y poder disfrutar del Don del Espíritu Santo.

El Bautismo cristiano, requiere el sumergirse en agua o de forma opcional, recibir el agua en la cabeza. Entre los símbolos del bautismo; el sumergirse en el agua, representa la muerte de Jesús, mientras que emerge de ella la Resurrección.

En el agua, el pecado es erradicado y el cuerpo, el cual contiene el espíritu afectado, es descontaminado. Este acto simbólico, al cual le prosigue la imposición de las manos por parte del obispo, presbítero o diacono que este celebrando el ritual, lleva a la liberación del pecado y el esparcimiento del Espíritu Santo sobre el bautizado.

Culminada la ceremonia, el bautizado se hace uno a Jesús en su muerte, resurrección y glorificación. La vieja criatura ya no está presente, esta fue reemplazada por una nueva, un cristiano que ha sido limpiado de todo mal y que ahora se espera, pueda ser futuro integrante activo de la Iglesia, ya que en cada uno de los aspectos, ha renacido del agua y del Espíritu.

Aunque en la persona no se vea cambió externo, lo cierto es que en sus adentros ha renacido de forma espiritual; y esto fue producto del Espíritu Santo, quien con la luz de Cristo, nos ha salvado de esa oscuridad que había en nosotros para que nos incluyamos en el pueblo de Dios.

Símbolos

El bautismo, así como los demás sacramento, debe tener utensilios, canciones, palabras, gestos simbólicos y signos no verbales que en conjunto, logran que la celebración tenga luminosidad para hacer del sacramento una experiencia agradable y llena de un ambiente armonioso donde predomine la paz y la presencia divina. Entre los símbolos del bautismo que más relevancia tienen para evaluar, tenemos:

  • Signación en la frente
  • Liturgia de la palabra
  • El agua de inmersión
  • El crisma
  • Óleo de los catecúmenos
  • La luz de la vela
  • La vestidura blanca

-Signación en la frente

El celebrante (obispo, sacerdote o diácono), luego de un discurso resumido con los padres y padrinos, atiende al bautizando al hacerle la señal de la cruz en la frente como muestra de darle una calurosa bienvenida a la casa de Dios. Los padres, padrinos y presentes, deben hacer lo mismo.

-Liturgia de la palabra

Se debe leer una o varias lecturas de las Sagradas Escrituras, pues la Palabra de Dios es creadora de vida: En el principio existía la Palabra…y la Palabra era Dios. Todo se realizó por ella y sin ella, no se hizo nada de cuanto existe (Evangelio según San Juan Capitulo 1).

-Oración de los fieles

Es otro de los símbolos del bautismo que se expresa de forma verbal. La comunidad completa, reza por aquel que va a ser bautizado, por las intenciones de quienes se encuentren en el sitio y por todas las intenciones de la Iglesia universal.

-Letanía

Se hace peticiones a los santos, aquellos ejemplos de vida cristiana que han vivido en tiempos anteriores, para que intercedan ante Dios por aquel que van a bautizar con el propósito de que le ayuden en su camino.

El agua

Como se ha señalado previamente, tiene la primordial función de purificar al bautizando, limpiando su cuerpo, su alma, su ser entero del pecado. El agua es conocida a nivel mundial como signo de vida indiscutible. Además es aquel elemento que refresca y alimenta nuestra tierra, para que la misma pueda dar frutos; el agua limpia de forma eficiente y esto también lo puede hacer con nuestra alma para que la misma pueda recuperar la blancura que nos asemeja a Cristo.

Primeramente el celebrante debe bendecirla. Para que después de renovar las promesas bautismales en donde se renuncia al pecado y se profesa la fe, llegue el momento de rezar el Credo. Para culminar, el celebrante le hace la pregunta a los padres y padrinos si quieren que el infante sea bautizado y se procede a derramar tres veces agua sobre su cabeza, proclamando las palabras: Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

El crisma

Es otro de los más importantes símbolos del bautismo y funciona para consagrar y dar paso al acceso del bautizando a la gran familia de la Iglesia. Es un aceite de agradable aroma y que además de ser utilizado en el Bautismo, también en la Confirmación y cuando un hombre es ordenado sacerdote (recordemos que la orden al sacerdote es uno de los sacramentos opcionales del confirmado). En el Bautismo se utiliza para colocarlo sobre la cabeza del bautizando, dibujándole un tipo de sello que lo consagra como miembro oficial.

En la Confirmación, el celebrante dibuja una cruz n la frente del confirmando como signo del Espíritu Santo que se posa sobre este para concederle la fortaleza que caracteriza a un guerrero de Cristo.

En la ordenación se utiliza para colocarlo sobre las palmas de las manos de los nuevos sacerdotes y las frentes de los obispos. Sin embargo este oleo no es consagrado por los sacerdotes de cada parroquia, sino que es tarea del obispo de la diócesis, arquidiócesis u orden, quien la consagra una vez al año durante la misa crismal del Jueves Santo y que luego esta es enviada a cada parroquia.

Óleo de los catecúmenos

Destaca a nivel simbólico e incluso, decreta la vestimenta del bautizando como un guerrero de la fe, caballero de la corte real de Cristo.  No es casualidad que en los tiempos antiguos, el óleo se usaba por los atletas para ungir sus extremidades  antes de ponerse a entrenar y los luchadores como estrategia para evadir el agarre de su contrincante.

Con el óleo de los catecúmenos, el celebrante dibuja una cruz en el pecho y otra en los omóplatos del bautizado, el cual será su sello como aquel que ha aceptado luchar contra las tentaciones y ahora estará protegido del escudo de la fe contra todo pecado.

Seguidamente en los símbolos del bautismo, tenemos la vela, la cual es entregada a los padres y padrinos del bautizando, esta representa la luz de la esperanza que está en el niño, de forma que quienes le rodean, le tienen amor, y quieren prestarle su apoyo, le hagan el acompañamiento en su fe. Y la iglesia tiene un papel relevante porque esta servirá como instrumento para que el bautizando sea esa luz de un mundo que esta sumergido en tantas tinieblas.

La luz es considerada como el primero de los dones de Dios cuando nos hizo parte de su creación.  En el Antiguo Testamento, la luz estaba vista como signo de Fe en la venida de Jesús, aunque con el pasar de los tiempos, esta luz ha tomado otros significados que deben ser representativos para cada creyente.

“Yo soy la luz verdadera”, Jesús comento a sus discípulos: “Ustedes son la luz del mundo…Así brille nuestra luz delante de los hombres, para que vean nuestras buenas acciones y glorifiquen a nuestro padre que está en los cielos” (Mateo 5; 16).

La vela, también, es el compromiso del cristiano para descubrir la luz que emana de su misma fe, para volverse la luz con su obrar y durante todo su paso por este mundo terrenal.

La vestidura color blanco

Se concede durante el Bautismo como símbolo de esa nueva vida que se ha adquirido, la pureza que ahora tiene el bautizando.

En la antigüedad, aquel que se estaba preparando para recibir el bautismo, debía llevar una vestidura blanca como uno de los símbolos del bautismo que eran requeridos para integrarse a quienes serían sus nuevos hermanos en la fe y en la Iglesia.

Esta vestimenta, manifiesta el alma, para poder hacerse una idea del tono que ahora ha adquirido el alma con la celebración que se ha llevado a cabo por obra y gracia del Espíritu Santo, una renovación total que continuamente podemos seguir teniendo con el sacramento de la confesión cuando nos arrepentimos por nuestras faltas.

El Bautismo del Código de Derecho Canónico

Este código, anuncia para el Bautismo y la utilización del agua bendita y el procedimiento competente.

El Bautismo para los adultos, o en tal caso, para niños que tengan más de siete años, es necesario un tiempo de catecumenado, que les da la formación para hacer frente ante lo que desean con el sacramento.

Asimismo, para que se pueda conceder el Bautismo, un adulto debe mostrar que no lo está haciendo por obligación sino que sinceramente es un anhelo que lleva en su corazón; haber recibido la debida educación o catequesis en los deberes que le corresponderán como hijo de Dios; haber tenido señales en su vida durante el tiempo de catecumenado que correspondan con el cristiano y que haya mostrado verdadero arrepentimiento ante sus pecados.

En el caso de los niños, es necesario que sus progenitores den su consentimiento y asuman el compromiso de contribuir a la formación  cristiana del infante. Además el código determina que, en el caso de que haber un riesgo muy alto de muerte, el niño podrá ser bautizado aún si sus padres se oponen.

El Bautismo debe ser administrado por el párroco de la Iglesia en el que pertenece la familia pero este puede dar permiso para que otra persona pueda hacer el bautizo al tratarse de un caso de emergencia, lo ideal en este último caso es que sea un laico.

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