Todos en cierto momento recurrimos por ayuda para protegernos. Es por eso que la Oración a San Luis Beltrán es muy poderosa, así que, si estás buscando una oración para ensalmar, curar el mal de ojo y enfermedades que tengan que ver directamente con los niños, adulto o un ser querido esta publicación es para ti.
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Oración a San Luis Beltrán
La Oración a San Luis Beltrán es una petición al santo usada por sus fieles creyentes para curar muchos males, padecimientos, hechicerías, conjuros y amarres, pero especialmente el muy nombrado mal de ojo que va de la mano a los males originados por la envidia.
San Luis Beltrán fue un beato español, santificado por el papa Clemente X en el año 1671. Se hizo muy conocido y popular por los milagros maravillosos que podía realizar. Entre ellos se mencionaba la sanación de maleficios, hechicerías, enfermedades y hasta curación de heridas. ¿Cómo lo lograba? a través de un ensalmo u oración.
El Ensalmo proviene de la palabra “en y salmo” lo que nos quiere decir que es una oración que se custodia de un proceso o cuidado de correcciones que se le acompaña con poderes mágicos para curar a los enfermos. Igualmente se puede decir que es un rito de representación mágica-religiosa, que en ocasiones va de la mano de oraciones y cuidados de medicina alternativa, que encaminan a la sanación de enfermedades.
A discrepancia de la oración o invocación religiosa que tiene la representación de súplica obediente a un personaje santificado pidiendo protección y alivio, los ensalmos, al igual que los conjuros, tienden a tener mayor representación en lo esotérico, místico y mágico.
El mal de ojo se trata de una conjetura no religiosa muy conocida que esta extensa en diversas y numerosas culturas, de la que se dice, que alguien o cualquier individuo tiene la facultad de hacer daño, causar desdichas y sufrimientos, hasta inclusive de conseguir a incitar la muerte a otra persona con solo verla. De esta manera el que esté afectado se le señala con el dicho que “está ojeada” o con la otra frase popularmente conocida “le echaron mal de ojo”.
La envidia es la ambición de conseguir algo que otra persona tiene y que uno necesita. Se trata, por lo tanto, de la angustia, la desolación o la incomodidad por el bien ajeno. En tal sentido, la envidia forma parte del resentimiento, lo que nos muestra, que la persona no quiere superar su posición, sino que anhela que a la otra le vaya mal o peor.
Este mal puede ocasionar una persona con solo mirar de una forma fija, se cura de modo natural y con una oración dirigida al santo de tu favoritismo. En este caso la oración va dirigida a San Luis Beltrán, ya que como mencionamos anteriormente fue un conocido y popular beato por tratar este tipo de males.
Oración para quitar el mal de ojo
Muchos religiosos tienden a realizar esta enérgica oración a San Luis Beltrán para el mal de ojo, dirigido tanto en niños como en adultos, ya que conocen que hay personas con este gran poder mental y espiritual, capacitados de crear daño, incluso sin tener la intención. Normalmente los más expuestos en recibir este prototipo de daño son los niños, ya que son muy vulnerables, inocentes e indefensos. A continuación, vamos a citar esta poderosa oración que necesitas saber para quitar el mal de ojo:
“En el santo nombre de Dios padre, en el santo nombre de los protectores celestiales y en el nombre de San Luis Beltrán. Invoco esta oración para quitar el mal de ojo. En estas horas clamo a ti San Luis Beltrán para me que ayudes, a desaparecer el mal ojo que ha caído producto de la envidia. Libérame de aquel que solo quiere ver mal a su prójimo. Que tú Santísima y misericordiosa voluntad haga que recobre mi salud y mi estado de ánimo.
San Luis Beltrán cura a este fiel devoto en el señor, yo creo con fe en el poder de tus milagros, y haz que se aleje de mí ser aquello que me está haciendo mal. Limpia mi camino y elimina de el a mis enemigos, o envidiosos que no quieran el bien para mí. Te pido que mis fuerzas y mi energía sean recuperadas, y que mi felicidad y mi salud vuelvan a ser como en los tiempos de antes. Intercede por mí para que mi bienestar ya sea recuperado.
¡Oh San Luis Beltrán! Ante ti estoy rendido pidiendo esta plegaria, y con profundo respeto reconozco tus acciones, en vida te pido me libres del mal ojo, y de la mirada pesada de mis enemigos. Líbrame también de las personas hipócritas que vienen a mí deseando lo que yo tengo, y al desaparecer de mi todo mal de ojo, no permitas que la persona que lo hizo me vuelva a ojear más.
Con fuerte voz e implorando tu nombre pido que el mal de ojo salga de mí, aleja todo aquello que me envía el enemigo, facilita tu mano poderosa y pásala sobre mi cuerpo y mi ser. Ayúdame para alcanzar el éxito y esas personas que querían verme caer hoy puedan ver tus obras, que yo pueda transitar libremente y hacer tu sagrada voluntad. Amén”.
Esta oración se recomienda realizarla tres días continuos o las veces que sean necesarios, dependiendo de la gravedad del mal de ojo que está en el niño o en el adulto afectado, esto con el fin de sacar el mal de raíz y que la persona esté completamente sanada. Incluso recomiendan acompañar la oración encendiendo una vela y con alguna planta, como la palma o el olivo, ayudando al proceso de liberación, sin embargo esto no es obligatorio, ya que la oración por sí sola es poderosa y milagrosa.
Oración para sanación de las enfermedades
Hija o hijo de Dios, yo te bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, tres entidades y una esencia real; y de la Virgen María, concebida sin el pecado original, Virgen antes, durante y después del parto; y por la mística Santa Gertrudis tu querida y regalada esposa, once mil vírgenes, señor San José, San Roque y San Sebastián y por todos los beatos y beatas de tu corte celestial.
Por tu glorioso nacimiento, encarnación y resurrección, ascensión por tan altos y santísimos misterios que creo con certeza, suplico a tu divina majestad, poniendo por intercesora a tu santísima madre, libres y sanes a esta persona de enfermedad, mal de ojo, dolor, padecimiento, frustración y otro cualquier mal, herida, daño o padecimiento. Amén Jesús.
No mirando a la indigna persona que prefiere tan sacrosantos misterios, te suplico Señor, para tu honra y fervor de los presentes, te sirvas de tu caridad y compasión para curar, sanar y librar de esta herida, toda dolencia, sufrimiento y padecimiento, quitándole de este lugar, y no permitas que sobrevenga accidente, deterioro, descomposición, ni daño, brindando la salud para que con ella te sirva y cumpla tu santa voluntad. Amén Jesús. Yo te prometo que nuestro Jesucristo te sane, bendiga y haga en ti toda su voluntad. Amén Jesús.
Consumatum Est + Consumatum Est +. Amén Jesús.
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