La Oración representa en sí misma una herramienta eficaz para hablar de forma directa con el Padre Celestial. En este Post Aprenderás la forma correcta de cómo hacer la oración para que un familiar enfermo grave, se sane.
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¿Qué es la oración?
La Oración es una forma íntima de establecer conexión con el padre de los cielos, al que sin duda alguna hemos denominado Dios. No es algo descrito como patrón definitivo cuya regla general sea sin cambio, al contrario es una herramienta que puesta en práctica traerá revelación a quienes la realizan.
La finalidad de la Oración es agradecer, pedir en este caso de manera individual o colectiva. Es decir, por el bien propio o el bien común. Cuando pedimos, lo hacemos creyendo que recibiremos sin falla y conforme al pacto realizado hace muchos años al inicio de la creación.
La oración no busca ser aceptada por otro si no por Dios mismo. No busca un fin personal solamente sino un fin colectivo, es decir guarda armonía por los ejecutantes. Cuando pedimos, nuestro deseo más notable debe ser invertir nuestro tiempo sin limitaciones ni reclamos. (Ver Articulo: Oración para un enfermo terminal)
No es algo que interrumpa tu trabajo o tu vida diaria, al contrario fortalece hasta tu forma de pelear decentemente por los necesitados, en este caso para que los enfermos graves, se sanen.
Muchos hechos confirman que ya Dios tiene conciencia de lo se le ha de pedir, sin embargo, como cada gran padre, quiere escuchar la voz de sus hijos. Vemos que la importancia de la petición debería ser fortalecer nuestra intimidad con Dios, acercarnos a él, invertir nuestro valioso tiempo en su calidad e impartirle lo que posee nuestro corazón.
Por lo que se deduce que nuestra cercanía con Dios es significativa e indispensable, no depende de reglas, ni de decretos adjuntados por hombres.
Podemos comprender el significado de la Oración, sin embargo, con frecuencia no estamos claros acerca de cómo debemos realizarla o de cómo debemos realmente pedir algo al Padre. Por eso mismo Dios dejo escrito la Oración modelo que serviría de gran ayuda para toda la humanidad.
En una sección similar del Evangelio de Mateo mencionado en el capitulo número 6 descubrimos a “nuestro Padre”, conocido como la súplica modelo del Señor Jesús. Al principio debemos demostrar nuestro reconocimiento y amor, percibir el significado de Dios y su cielo. Nuestra disposición debe ser sencilla y genuina.
En ese momento nos sometemos a su voluntad y afirmamos que lo mejor que puede suceder es que su reino se muestre en nuestras vidas. Proclamamos la certeza total de que su reino y su voluntad son lo mejor para nosotros, ya que donde el reino de Dios esta, se muestra que ocurren cosas increíbles.
Es necesario solicitar nuestro perdón y su facilidad de esfuerzo. Mientras tanto, inspeccionamos nuestros corazones para saber si hemos estado felices de perdonar y ofrecer buen trato a las personas que nos han causado ofensa. Es una oportunidad ideal para inspeccionarnos. Nos damos cuenta de que apreciamos la absolución de Dios de nuestras vidas.
Solicitamos su asistencia y seguro de las tentaciones con el objetivo de que nos mantengamos firmes y no cedamos. Nos damos cuenta de que él es el que, en particular, puede protegernos y liberarnos de las tentaciones y de cada uno de los asaltos del astuto enemigo.
Finalizamos dando gracias a Dios y confiando en que la Oración es viva y eficaz.
¿Qué es la oración de Sanidad?
La Oración de Sanidad es la petición que se hace para solicitar la asistencia de Dios cuando tenemos un problema médico. Y, además, cuando estamos agotados, cansados, con enfermedades, o cuando un familiar o un compañero está en estas condiciones.
Siempre que acudamos a Dios con un corazón sincero, cuando necesitamos la ayuda, él está allí para ayudarnos.
¿Cuándo realizarla?
Al hacer de la oración un gran habito, te darás cuenta que podrás ejecutarla en cualquier momento del día. En cualquier momento, es necesario sentir la cercanía de Dios, mediar y restablecer nuestro bienestar, y solicitar ayuda por parte del creador sobre nuestras enfermedades o las de nuestros familiares, compañeros o vecinos.
No hay un día, una hora específica o un momento. Puede realizarla en la habitación, en la calle, en el sitio más cerrado que usted encuentre. Es algo más de criterio personal que una simple regla general. En cualquier momento que lo considere adecuado puede hacerla, solo o en compañía de amigos o los mismos enfermos.
¿Por qué es necesaria?
El bienestar es uno de los temas que está constantemente presente en nuestras súplicas y para toda persona que ora debe ser prioridad. Además, dependerá de nuestra condición física, de cómo se sienta la persona y de cómo este ante la perspectiva humana.
Se pide por sanidad por que reconocemos que Dios a través de su Hijo Unigénito fue capaz de llevar cada una de nuestras enfermedades y la de nuestros amigos y familiares. No importando si lo merecíamos o no, no importando si cumplíamos con los requisitos para ser sanos o salvos.
Jesús lo hizo por amor y por eso podemos venir libremente y confiadamente, creyendo que nuestras peticiones serán recibidas y no archivadas como papelería en una oficina.
Dios anticipa que debemos pedir y hacer uso de la autoridad que se otorga a la persona llamada hija de Dios. Algo que debemos resaltar, es que Dios no responde de acuerdo a nuestra forma de pensar o de acuerdo a nuestra propia opinión. Nos responde de acuerdo a lo que él considere es mejor para cada persona.
Aquí vemos el corazón bondadoso de Dios. Él necesita dar cosas beneficiosas a sus jóvenes, sin embargo, debemos pedir, buscar, llamar, desarrollar nuestra asociación con nuestro Padre y expresar nuestros anhelos.
Oración para que un enfermo grave, se sane
La siguiente Oración es solo un modelo que se ha creado para los que nunca han realizado una petición por sanidad. Por lo que es necesario recordar que está sujeta a cambios por criterio personal:
¡Señor Jesús! Hoy vengo ante ti, con clamor y con suplicas por Sanidad de mis familiares y amigos. Pero, antes de iniciar a decirte cada una de ellas, quiero agradecerte por todo lo bueno, todo lo puro y, todo lo que has permitido en mi vida y en la vida de quienes me rodean.
Gracias a tu divina voluntad es que hoy vivimos, hoy respiramos, hoy pensamos. ¡Gracias! Gracias, por escuchar mi oración entre tantas que quizás hago para ti. Hoy deseo desde el fondo de mi corazón y mi alma, pedirte por cada una de las personas, que están pasando un proceso fuerte de Salud.
¡Hoy te pido por Salud! Deseo Salud para cada una de ellas. Que a través de tu mano ellos puedan sanarse. Que a través de ti, puedan recuperarse. Tú Rey de los Cielos, Divino creador, nos conoces mejor que cualquiera. Nos creaste a tu imagen y semejanza.
Nos creaste con tu amor y con tu misericordia. Tú que llevaste nuestra dolencia en la cruz yo te ruego por Sanidad. Sin importar cuál sea la enfermedad hoy te pido que pulverices cualquier proceso maligno que haya sido encontrado en el organismo.
Quizás hay cosas que la ciencia médica ha determinado como final o terminal, pero tú que conoces el futuro quiero ver tu gloria manifestándose en ellos, quiero que ellos puedan ser testigos de tu poder. ¡Vengo a ti porque sé que como tú no hay otro nombre!
Reconozco tu poder, por eso no desisto de pedirte por ellos. Mira cada enfermo grave que se encuentra aislado en una camilla de hospital por no contar con los recursos para solucionar. En ellos y en sus familiares Glorifícate.
Mira aquellos pacientes que están en la unidad de cuidados intensivos. Allí donde la ciencia dice que han agotado los últimos recursos, allí donde ya las últimas fuerzas quedan, allí donde ya la fé se vuelve débil. Allí, glorifícate Padre.
Ten misericordia de los que día a día te buscan, de los que día a día te encuentran. Te solicito no los dejes solos, hazlos sentir parte de ti. Sabemos que del polvo fuimos creados y que allí mismo volveremos.
Pero ayúdanos a pasar lisos por cada proceso de enfermedad. No permitas que la muerte se apodere de nuestro organismo, ni ordene donde solo tú tienes el primer lugar. No permitas que la enfermedad deteriore y degenere sin vuelta atrás la vida de quienes amamos, por esto elevamos la Oración para que un enfermo grave pueda ser sano y libre de toda malignidad.
Al contrario, permite que cada tejido sea restaurado, que cada órgano sea renovado por ti. ¡Eso puedes hacerlo! Llévate lo que en definitiva no provenga de ti, lo que este dañando, eso sácalo. Elimina las manchas que aparecen de margen en los estudios cuyos diagnósticos son terminales y has manifiesto tu pronto auxilio.
Por último quiero pedirte que dotes de toda la sabiduría celestial al personal médico que ha de hacer parte en estos procesos. Da a ellos, mansedumbre, paciencia y bondad para sentir la necesidad del que solicita la ayuda.
Deposita en ellos seguridad al momento de ejecutar cualquier conducta terapéutica en los diagnósticos. Se tu Dios, proveedor de los recursos, proveedor del sustento. No dejes que por falla de suministro estas personas mueran sin razón. Sabemos que obras conforme a tus riquezas y ¿cómo pedir? No lo sabemos. Pero de lo que si estamos seguros es que rico tu eres para proveer lo que haga falta, sin límite y sin señalamientos.
Tu favor inmerecido es el que nunca pasa de moda, de hecho no tiene licencia y jamás tendrá fecha de caducidad. Pues viene de parte de ti mi Dios. El mejor proveedor.
Por esto y mucho mas seguiré buscando tu rostro y reconociendo tu benevolencia. Gracias por escuchar estas suplicas. Necesito respuesta de tu parte, quiero ser testigo fijo de tus maravillas y de todo lo bueno que tienes para demostrar a este mundo que tu amor es eterno y es infinito.
Como el mismo libro de Daniel lo expresa, asimismo confió en que aun mientras yo esté pronunciando estas palabras, de igual forma ya fue enviada la respuesta de los cielos sobre esta Oración para que un enfermo grave, se sane y sobre este lugar. ¡Confío en que llegara!
En nombre de Jesús, quien fue dado en la Cruz por sacrificio vivo; en nombre del Espíritu Santo, nuestro mayor consolador y, en nombre de Dios, padre celestial sempiterno elevo un fuerte y firme AMEN, que así haga Jehová.
Recomendaciones antes de orar
- Evita los aparatos o cualquier otra cosa que interfiera en tu enfoque. Para brindarle apoyo, puede ubicar un lugar tranquilo en la casa o en el trabajo y transformarlo en tu excepcional estar de peticiones.
- Componga un resumen de las necesidades de súplica que tenga y sepárelas por clasificaciones. Eso le permitirá recordar lo que es importante y, además, concentrarse en sus solicitudes.
- Establezca una hora particular en la que pueda suplir cada día. Es posible que al comenzar tenga problemas para mantener el ritmo, sin embargo, en el caso de que continúe y se mantenga estable, verá que con el tiempo se convertirá en una parte de su vida cotidiana.
- A pesar de implorar en un momento determinado, hágalo discretamente durante la duración del día. Revele a Dios sus expectativas, temores y consideraciones. Converse con Él como si estuviera conversando con un compañero y no vacile en hacerle saber todo lo que sucede durante el día.
- Pida a Dios que le permita comprender lo que dice su afirmación y luego lea la Biblia. Mantenga un corazón preparado para recibir el mensaje, y en caso de que no comprenda lo que lee, suplique nuevamente y confíe en la intensidad del Señor.
- Tenga en cuenta que la Biblia es el método por el cual Dios se dirige a nosotros; y en la remota posibilidad de no reflexionar sobre ello, no puede desarrollarse en su confianza.
- Trate de no preguntar solo por sus necesidades, pero también por las de los demás, por su familia, compañeros, personas que lo tratan terriblemente, la sociedad, la nación y el mundo. Recuerda estar agradecido a Dios y adorarlo por cada una de sus características.
- Dios conoce tu corazón; así que es horrible engañarlo o enmascarar tus expectativas reales. Cuando lo pida, sea directo con Él y solicite la absolución de sus transgresiones, pero además, absténgase de caer en ellas una vez más.