Oración por mi esposo alcohólico para que sane su vicio

La Biblia: instrumento de salvación

Las Santas Escrituras es una fuente inagotable de palabras y testimonios de ayuda espiritual al que acude a ellas. En ella encontraremos historias de personas que alcanzaron aquello que querían y en lo que creían, y que nos inspiran para igualmente lograr bienestar y compartirlo con los demás.

A través de su lectura se pueden obtener los fundamentos con los cuales orientar y dar ánimo al alcohólico para que logre enfrentarse y luchar para alcance su salvación. Es posible seguir las enseñanzas que Jesús dejó a través de los Apóstoles en la Biblia y así contar con las palabras exactas y oportunas para ayudar al hermano alcohólico.

Algunas de esas palabras son:

• Tener fe en Dios que logrará su sanación. Como sabemos la fe es tener la certeza de algo que se espera, plenamente convencido aún cuando ese algo aun no se ve. Es tener algo más que una creencia, más que un convencimiento de algo que es invisible a los ojos.

Resulta muy difícil tener fe, pero se debe confiar en la gracia del Espíritu Santo, quien es el que anima e impulsa.

En este sentido, se recomienda oír, leer y meditar sobre la Palabra de Dios, de manera tal de poder contar con las herramientas y el mensaje adecuado para dirigirnos al enfermo por el alcohol. A través de ese estudio conoceremos más de las promesas que Dios da, para poder ayudar a mitigar y socorre en la sanación del enfermo.

Se dice que para poder tener fe, es esencial conocer al que da la fe, de allí que se debe saber más y creer en Dios que promete, que es verdadero y que no miente, para así transmitir esa fe al enfermo.

• Dios de lo imposible. Como seres espirituales debemos creer con total certeza que podemos contar con un Dios Todopoderoso, Omnipresente y Omnipotente. En Él es que debemos confiar totalmente para que nos guíe en nuestra misión de orar y llevar consuelo y sosiego al enfermo alcohólico.
• El sacrificio de Jesús. Este fue el legado que nos dejó Jesucristo cuando murió por nosotros en la cruz. Nos dejó su gran fe, la cual demostró a pesar de todo su padecimiento durante la dolorosa pasión que tuvo que sufrir.

Él sabía que el sacrificio que debía cumplir por la voluntad del Padre, que lo había enviado, era necesario y que el Dios Padre lo salvaría, así como el salvó a la humanidad del pecado, gracias a su fe.

Todo ello lo sufrió Jesús y así lo debemos hacer saber al enfermo sobre esa fe que tuvo Jesús y que él también puede tenerla de que se puede salvarse si confía fiel y plenamente en la misericordia de Dios.

Se recomiendan los siguientes versículos a continuación para afianzar el conocimiento y la sabiduría necesaria y poder ayudar al hermano alcohólico:

• Juan 6:35
• Romanos 1:17
• Efesios 3:16-17
• 2 Corintios 5:7
• Marcos 11:24
• Romanos 15:13
• Santiago 1:6;
• Hebreos 11:6

  

• Hebreos 11:11
• 1 Pedro 1:8-9
• Marcos 10:52
• Santiago 1:3
• Romanos 10:10
• Juan 11:40
• Juan 11:25-26
• Romanos 14:1
• Corintios 13:2.

¿Cómo hacer una oración por mi esposo alcohólico?

La convivencia con una persona enferma por el alcohol conlleva muchas situaciones engorrosas y penosas, que ameritan mucha paciencia y tolerancia por parte de la pareja y de la familia en general. Esto es porque a veces la relación con el alcohólico se torna en momentos agresiva, violenta, pudiendo derivar en hechos muy lamentables. Así que:

• Lo primero es orar y en esta oración pedir a Dios la fortaleza y la sabiduría para poder manejar debidamente según sus preceptos el momento crítico de tratar con el enfermo por el alcohol.

  

• Pedir a Dios consejos, recomendaciones y acciones a seguir para ayudar tanto al alcohólico como a la pareja, e incluso a los familiares inmersos en esa crisis debido al alcohol.
• Contar con Dios como inspiración de esa oración, quien ha sido por mucho y para muchos el refugio que los acoge, pues es la persona idónea que da esperanzas en tiempos de dificultad.
• Pedir amor para la persona alcohólica, aun cuando resulte problemático, pues ella puede ocasionar daño físico, así como también espiritual y psicológico.
• Pedir porque aumente la fe, el perdón y la perseverancia de la esposa en su diario convivir con el esposo alcohólico, al igual que la de los demás miembros de la familia.
• Aferrarse y recurrir siempre a la oración para así obtener la victoria sobre el demonio del alcoholismo.

Como dicen las Sagradas Escritura para Dios no hay nada imposible, es por ello que con Él se logrará vencer las tentaciones demoníacas.

Consejos finales

Podemos también darle al esposo alcohólico algunos consejos que le servirán para su sanación y salvación final después de orar:

1. Confiar en Dios y dejar todo en sus manos.
2. Dejarse guiar por lo que dicen sus palabras y no dudar porque así se mantiene lo que está pidiendo.
3. Leer diariamente la Biblia para mantener viva su palabra y lograr así aumentar la fe.

   

4. No permitir que las circunstancia robe la paz.
5. Levantarse en las mañanas teniendo como primer pensamiento a Dios.
6. Agradecer por lo recibido y por lo que se recibirá, aun cuando no se haya recibido todavía.
7. Tener fe que lo que se pide ya está hecho.
8. Regocijarse por las promesas de Dios, porque un corazón agradecido siempre está contento.
9. Al orar a Dios pidiendo algo, referirse a la Palabras según lo estudiado y orar conforme a ella.

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Ejemplo de oración por un esposo alcohólico

Señor Dios, Rey Celestial, acudo a ti en este momento de angustia para mi y para mis hijos para nos socorras en este momento de crisis y dolor.

Te pido intercedas por mi esposo que ha caído en la tentación del demonio del alcohol, lo cual ha significado el deterioro de nuestra relación como pareja y la ruptura de nuestra familia.

Apelo, Señor, a tu infinita misericordia para lograr el consuelo de su alma y puedas transformarlo en el hombre de bien que solía ser.

Hazlo fiel a tus preceptos, que vuelva a tu camino, Dios Padre. Permite que el espíritu maligno del alcoholismo que lo mantiene condenado, lo libere de cuerpo, mente y alma y sea libre para amarte y seguirte solo a ti.

Te pido por la preciosísima sangre de tu Hijo Jesucristo, le ayudes a arrepentirse de ese y de todos sus pecados que lo tienen atado a las fuerzas del mal.

Solo tú Señor puedes obrar en su vida con tu misericordia para que pueda salir de esa condena y romper esas ataduras demoníacas que le impiden ser el hombre bueno que es, en el nombre de Jesucristo.

Llénalo, Señor de amor, bondad, mansedumbre, gozo por sus hijos, paciencia y fe su vida, para que pueda salir victorioso de esta batalla.

Te pido también Dios Padre bendigas a mi esposo e ilumines su alma para que vuelva a seguirte por siempre.

También te pido que nos des la fortaleza a mi y a mis hijos para que podamos ayudarle a salir de esa desgracia en la que está sumido.

En ti confiamos, amén

Algunos preceptos de la Palabra de Dios

Sabiendo que el alcoholismo constituye pecado, pues proviene de la tentación demoníaca, debemos buscar las herramientas para combatirlo en la Palabra de Dios, en sus mensajes y en sus enseñanzas. Ello provee la fortaleza necesaria para derrotar al maligno.

Gracias a esa palabra y a la fe en que Dios no se aparte del necesitado, ayudaremos al hermano en el alcohol a superarse y salir del pecado. Con ello además ayudamos a su familia y evitamos que se disuelva.

Para ello la Biblia nos ofrece fundamentos en los cuales apoyarnos para socorrer al enfermo por el alcohol y mediante la oración se puede lograr cambiar el oscuro entorno del alcoholismo por el mundo iluminado y brillante que ofrece Dios. Veamos algunos de esos preceptos.

• Dios pide que nos embriaguemos de la fe que Él nos brinda y nos llena de alegría a través del Espíritu Santo, pues es la fuente de gozo divina, tal como lo dice Efesios 5,18: “No os embriaguéis con vino, que es causa de libertinaje; llenaos más bien del Espíritu” (Ef 5,18).
• Dios Padre conoce a cada una de sus criaturas, porque son sus hijos y para ellos quiere el bien. Por eso se siente desconsolado cuando se cae en las tentaciones del demonio. Se debe fortalecer el espíritu para ser fuertes ante el maligno.
• Así también Pablo en sus escritos nos habla de no beber alcohol en demasía, pues ello puede significar la caída o flaqueza que nos debilitará ante el maligno que aprovechará esas ocasiones para atraparnos en sus garras.

  

• Dios condena también a los que se aprovechan del alcohol para hacer caer a los débiles en actos de lujuria y pecado. Esto lo dejó plasmado a través de Hebreos 2,15: “¡Ay del que da de beber a sus vecinos, y les añade su veneno hasta embriagarlos, para mirar su desnudez!” (Hb 2,15).
• La Biblia advierte que Dios condena al que se vuelve adicto al alcohol, pues ello lo llevará a la ruina física, moral y espiritual y causará dolor a los que lo aman.
• Lo peor que se desprende cuando se cae en el pecado del alcoholismo es que la persona se aparta de la vida eterna que Dios brinda como una de sus promesas de amor hacia cada uno de sus hijos.

Particularidades de un esposo alcohólico

Las recientes publicaciones revelan que el alcoholismo como enfermedad está afectando cada vez a mayor cantidad de personas a nivel mundial, entre las que se incluye a todos los que mantienen una relación estrecha con el enfermo.

Una de las más afectada es la pareja, ya que es la que debe tratar directamente con él y es la que vive los peores momentos de crisis del alcohólico. Veamos algunas de las particularidades de un enfermo alcohólico.

• Pierde el control. Se puede observar en el enfermo que ya no tiene libertad para decidir cuándo tomar y cuando no, y con el correr del tiempo aumenta el cantidad de alcohol y la frecuencia de consumo. La persona ya no puede evitar comenzar hacerlo y no tiene control para dejarlo, ya que le cuesta pararlo.
• Vive de excusas. Se vale de excusas y mentiras para ir en busca de la bebida y del sitio propicio para beber. A la familia se le dificulta hacerle un seguimiento para tratar de disuadirlo.

El enfermo busca la manera de justificar el porqué acude al bar, indicando que lo hace por los problemas que atraviesa, mintiendo sobre la cantidad que consume y poniéndose a la defensiva o bebiendo a escondidas, disfrazando las evidencias y aislándose de todo y de todos.

• Perjudica su salud. Aun cuando conoce los riesgos que implica el beber en exceso, ya no tiene la capacidad para darle la debida importancia a los problemas que ello genera tanto físicos como psicológicos.
• Perjudica su relación de pareja. Es una enfermedad devastadora para una relación el convivir con un alcohólico, por las discusiones que se generan, el desgaste emocional y la impotencia de quien quiere ayudarle. Aun cuando el enfermo intenta dejarlo, no cuenta con la fuerza de voluntad suficiente para lograrlo, incluso aunque ello implique disfunción sexual.

Se le presenta una distorsión de la realidad y ya no se le tiene confianza en lo que hace, ni en lo que se le encomienda, sobre todo en lo que al cuidado de sus hijos se refiere, si los tiene, pues no tiene el debido control para afrontar dicha tarea.

• Es inestable en su comportamiento. Sufre de depresión y trastornos emocionales, lo cual afecta la comunicación con la pareja. Presenta cambios de humor, siempre está agresivo e irritable.
• Sufre de abstinencia temporal. Ello sucede cuando deja de beber por unas cuantas horas, lo cual conlleva a que sufra de palpitaciones, alucinaciones, sudoración, angustia y temblores, que desaparecen tan pronto vuelve a consumir alcohol.

• Tiene lagunas mentales. No recuerda lo que habla, no cumple compromisos, no sabe decir que no.

¿Enfermedad o vicio?

Según lo establecido de acuerdo con los estudios clínicos realizados, un vicio es un hábito que se tiene de hacer algo perjudicial o reprobable desde el punto de vista moral, pero que la persona no lo controla y con ello se perjudica asimismo y a los demás.

Existe cierta controversia con respecto a referirse al alcoholismo como vicio, ya que se ha establecido que vicio es una práctica no aceptada socialmente y que por lo general es llevada a cabo por personas pervertidas e inmorales.

Tal vez esta descripción no se ajusta completamente al alcoholismo por las connotaciones negativas en cuanto a lo de personas pervertidas e inmorales, pero si se puede aceptar en cuanto a que las persona pierden el control y se abandonan espontáneamente a ese vicio.

Conviene resaltar aquí lo que al respecto señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que se contempla y se estudia este padecimiento en muchos países. La OMS destaca que hay graves resultados físicos, psicológicos y sociales sobre el sujeto y sobre la sociedad ocasionados por la conducta de las personas alcohólicas.

Ahora bien, patológicamente el enfermo puede dejar la bebida con el procedimiento médico-psicológico apropiado, pero también en el plano espiritual es posible ayudar al alcohólico a controlar su enfermedad a través de la oración y la ayuda religiosa.

Es de señalar que de manera espiritual se establece que el alcoholismo es un pecado en el que incurre una persona tentada por el demonio que lo esclaviza con la bebida y la destruye tanto a ella como a su familia. Cada uno de los miembros de alguna manera carga con las consecuencias de esa enfermedad.

No obstante, actuando espiritualmente unidos y apoyándose en la Palabra de Dios, es posible lograr que el enfermo reflexione, se deje orientar y actúe según los preceptos divinos, lo cual redundará en su beneficio al dejar por su propia voluntad la bebida. Por ello, todos resultarán beneficiados.

Veamos como se puede auxiliar a un enfermo alcohólico.