Oración para echar fuera Demonios a lugares desiertos donde no tengan reposo

Una oración para echar fuera demonios debe estar siempre acompañada de mucha fortaleza espiritual, en este artículo te enseñaremos cómo hacerte de tu armadura para enviarlos a lugares desiertos, sin retorno.

Oración para echar fuera demonios

En la actualidad existen muchas personas que están luchando con situaciones en su vida que son en oportunidades difíciles de enfrentar y de vencer, porque han cobrado un espacio importante en sus vidas  y los han debilitado, es por ello, tan importante hacer una oración para echar fuera demonios.

Cuando hablamos de demonios la mayoría de las personas lo asocian con monstruos que escupen fuego, espíritus de cuerpo y caras deformes, seres horribles, cuando esto sucede estamos humanizando de alguna manera ese mal que nos acecha, que nos pone en peligro, pero si visualizar a los seres inmundos le da fortaleza para combatirlos es válido.

Somos juntos una iglesia y estamos en capacidad de reconocer a aquellos hermanos que se encuentran atormentados, Jesús nos entregó su don, y no podemos seguir siendo pasivos ante esos demonios que se atreven a hacerle daño a los nuestros. El mal no tiene distinción, es capaz de poseer a hombre, mujeres, jóvenes y niños y es por ello que debemos hacer una oración para echar fuera demonios.

Incluso nosotros las personas de fe, que nos sentimos fuertes ante los demonios podemos llegar sin quererlo y sin darnos cuenta hacer esclavos de esos espíritus malignos, haciéndonos sus esclavos de las impurezas, alejándonos del camino del Señor. Identificando entonces que debemos hacer una oración para  echar fuera demonios, debemos arrepentirnos de corazón para ser escuchados y pedir:

Oración

Altísimo Padre Creador del los Cielos y de la Tierra

Amo, Omnipotente de todo, hoy te necesito más que nunca Padre Amado

Ayúdame señor a combatir, este ser inmundo, horrible que me ha hecho su presa Señor

No permitas que mantenga sus garras sobre mí

Échalo lejos de mí, muéstrame tu camino luminoso mi Señor, estoy cansado de vivir en la oscuridad mi Dios.

Permite que mi entorno se llene de ti, de tu presencia, de tu voluntad

Te pido perdón mi Señor, estoy de corazón arrepentido, dame tu fuerza para echar lejos este demonio que me daña, que me aleja, que me rompe.

Envía a tus mensajeros de luz para que me ayuden a librar esta batalla mi Dios

Envíalos para que me protejan, me ayuden a verlo a lo lejos y repudiarlo, envíalos para tener su protección que es la tuya mi Dios. En el nombre de Jesucristo. Amén

Luego de hacer la oración para echar fuera demonios, debemos ser persistentes en nuestra solicitud, debemos echar a los desiertos a los demonios, pero debemos ser muy cuidadosos de las recaídas, si luego de echarlos permitimos que regresen a morar en nuestra casa, será más horrible de lo vivido antes.

La enseñanza de Jesús nos lo advierte en el Libro de Lucas capítulo 11, versículos del 24 al 26 nos dice: “Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. Y cuando llega, la halla barrida y adornada. Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero”.

La lucha no puede ser solo física, la lucha debe ser espiritual, no podemos solo abogar o hacer mano de nuestra voluntad, debemos fortalecer espiritualmente, sino los demonios seguirán ganando la batalla y luego de echarlos, debemos fortalecer nuestra fe, hacer fuerte nuestra armadura para ser victorioso en esta guerra espiritual que debemos liberar.

Debemos solicitar al Dios Padre Todopoderoso permita seamos bendecidos con la presencia del Espíritu Santo, los creyentes que han permitido que Cristo viva en ellos y han sido bendecidos por el Espíritu Santo, están protegidos de los espíritus malignos, estos seres oscuros no pasan ni cerca de sus casas. Porque la presencia de Cristo en nuestras vidas y la inspiración del Espíritu Santo echarán por siempre y para siempre al desierto al demonio, no tiene posibilidades de intentar regresar a tu casa.

¿Por qué realizamos esta aseveración?, porque cuando permitimos que Cristo viva en nosotros, estamos construyendo un hombre nuevo, estamos derribando esa casa vieja en donde moró el demonio, por lo tanto, él no podrá reconocer la nueva casa y pasará de largo. (Ver también: Oración por los hijos descarriados).

¿Cómo librarse de demonios?

Todos como hemos indicado anteriormente podemos ser víctimas de los demonios y pueden estar trabajando en nosotros, por ello, es de suma importancia que señalemos en este artículo qué podemos hacer para liberarnos de esos demonios que nos acechan.

Es muy importante recordar que no estamos solos,  Jesucristo ya ganó esta batalla por nosotros, por lo tanto, en lo que iniciamos la batalla para echar fuera de nuestra casa los demonios ya empezamos en victoria.  El sacrificio hecho por Jesús en la Cruz es más que suficiente para tener todo el derecho de reclamar ser liberado de los espíritus oscuros y demonios que te perturban.

Fortalecidos en la Fe que nos brinda el sacrificio de Jesús, reconociéndolo como nuestro Salvador y teniendo en él la plena confianza que seremos escuchados, podemos orar para pedir su ayuda.  Podemos acercarnos a una iglesia para solicitar su apoyo, su fuerza, su guía. Es importante no caer en manos de falsos profetas, ruega a Dios guie tus pasos y te lleve hasta esa iglesia en la que son verdaderos creyentes de la Biblia.

Debemos entonces  como primer paso reconocer la existencia de los demonios que nos someten y nos esclaviza, si no los reconocemos estamos siendo poco sinceros, y ocupando el tiempo infinito de nuestro creador. Debemos ser totalmente honestos y reconocerlos.

Luego de reconocer a los demonios que habitan en nuestra casa, debemos reafirmar nuestra fe en Cristo, acerquémonos a él a través de una oración de arrepentimiento, pero un arrepentimiento sincero y honesto, recordemos que jamás lo engañaremos a él. El conoce nuestras necesidades, conoce nuestros pecados. Su palabra se encuentra en la Biblia y en ella dice que seremos liberado de cualquier demonio que nos ha atormentado, solo hay que pedir que se haga presente su promesa.

Debes humillarte ante su presencia, deja de lado la prepotencia, el orgullo, debes inclinarte como un hijo arrepentido de corazón ante nuestro señor Jesucristo.  Humillado pide perdón por cada uno de tus pecados, Él escuchará tu súplica, Él dará respuesta a tu solicitud de perdón solo si es sincera.

Sabes que has sido perdonado, en retribución debes perdonar, no puedes seguir cargando ira, resentimiento, debes perdonar y pedir la redención de esos a quienes has perdonado. Esta es de las acciones que más cuesta realizar  personas en quienes mora un demonio, porque si no asumimos que el demonio vive en nosotros por culpa nuestra, sino que buscamos culpables fuera de nosotros, es posible que no estemos perdonando al principal causante, que somos nosotros mismos.

Debes ser creyente, honrar, alabar y glorificar a un solo Dios, no puede estar tu corazón dividido, así que debes alejarte de falsa religiones. Confirma entonces tu relación con Dios, recuerda el poder de la oración, a través de la oración Dios nos siente cerca, nos escucha. Todo Padre quiere cerca de su hijo. Estamos protegidos por la sangre de Jesús, pero debemos estar verdaderamente unidos a él, en obediencia de su palabra, caminando sus pasos.

Siempre debemos tener presente que encontraremos nuestras respuestas en la palabra sagrada, todas nuestras dudas e inquietudes se encuentran en el libro sagrado La Biblia. Comencemos con Apocalipsis capítulo 12, versículo 9 “ Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”.

 No pongamos entonces jamás en duda de la existencia de los demonios, ellos fueron echados del cielo en una batalla feroz y se encuentran en la tierra y Satanás no se encuentra solo, existen ángeles que fueron echados con él. Por eso debemos aprender a reconocerlos para echarlos de nuestra casa de manera definitiva.

Pero también en Apocalipsis capítulo 12 versículo 10 y 11 “10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.  Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.” (Ver también: el poder de la Oración de  madrugada).

Está muy claro que no debemos temer porque vino el Salvador, pero debemos si tener nuestro testimonio, reconocerlo para poder enfrentarlo y vencerlo. Proclamamos nuestra victoria absoluta balados en el sangre de Cristo. Debemos tener fe que él nos protege, está escrito.

Cuando proclamas con toda sinceridad nuestro testimonio ante Jesús, le estamos entregando a él todo para que interceda ante el Dios padre Creador y pueda con su Poder echar fuera para siempre estos demonios que nos atormentan.

Debes entonces prepararte para ser liberado de los demonios, el Libro sagrado tiene escrito en el cientos de bendiciones, las maldiciones son solo sombras que nos minimizan, que nos ciegan de la verdad y la luz, pero existen bendiciones que nos ayudan a ser liberados. Recordemos que fuimos liberados por Jesús, su sacrificio en la Cruz no es en vano, así que oremos con fuerza y convicción.

Oración para echar demonios

Amado Jesús tú que nos redimiste de todas la maldiciones que pudieran llegar a nuestras vidas, tú que sabes que muy posible esa maldición no sea ni mía, rompo con la maldición (decir su nombre). Me entrego a ti mi  Señor, estoy sometido solo a tu voluntad, estoy entregado en cuerpo, alma, corazón, mis propósitos son los tuyos, mi vida entera es tuya mi Señor y Salvador, me reivindico ante ti, reafirmo  mi fe en Dios y lucharé con todas mis fuerzas contra todo, contra todo demonio.

​ Ten blandida la Espada del Espíritu, no hay una más afilada que esa, es capaz de romper cualquier atadura y la usaré siempre en tu nombre. En el nombre de Jesucristo nuestro señor. Amén

No olvides que echar los demonios que habitan en tu casa es una decisión tuya únicamente, cuando decidas echarlos usa las palabras de Dios y con tus acciones sácalos de tu casa, reconstruye una casa nueva y mientras lo haces para que ellos no la reconozcan y nunca más regresen a ti, mantén la salida despejada.  Ora con convicción, y permite su salida, tu eres autoridad sobre ellos, Jesús así  lo permite porque hablas en su nombre.

Otra arma espiritual que puede ser utilizada es  atar y desatar palabra escrita en el Libro de Mateo capítulo 16 versículo 19 “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”.

Debemos entonces decidir que ataremos y que desataremos porque la palabra de Dios dice en Mateo capítulo  16 versículo 19 “ Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos”.

Ata entonces a los demonios y desata a los ángeles y arcángeles para que luchen y los mantengas atados, en el nombre de Jesucristo, Amén. Todo creyente está en una batalla espiritual contra los demonios de este mundo, estamos en la obligación de aprender a utilizar la Palabra de Dios y nuestro testimonio de la manera correcta, para ser liberados de ellos.