Dios al escoger a una persona para que lleve a cabo una misión, la prepara adecuadamente, entregándole los dones suficientes para desarrollarla. Así pasó con el Cardenal Rafael Merry del Val. En este artículo podrás conocer todo lo relacionado con las letanías de la humildad, cuaresma, cardenal Merry, lazos de amor y mucho más no dejes de leerlo
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Las Letanías de la Humildad y el cardenal Merry
Primero es conveniente que conozcas ¿qué es una letanía?, y esta es una palabra griega, que quiere decir oración, en especial a las oraciones que se hacen en común. Las Letanías se han utilizado desde la antigüedad, remontándose a los inicios de la Iglesia.
Una de las más antiguas Letanías, es la de los santos, pero existen otras que están aprobadas por la Santa Iglesia.
Letanías de la humildad: Cardenal Rafael Merry del Val
El Cardenal Rafael Merry del Val, nace en Londres el 10 de octubre de 1865, su familia formaba parte de la aristocracia española. Sus estudios de secundaria los realiza en Bruselas, y al concluir ingresa en la Universidad de Ushaw, en Inglaterra. Cursando sus estudios universitarios, es llamado por el Señor para que lo sirviera a través del servicio sacerdotal.
Durante su juventud fue amante del deporte, era muy bueno en el ajedrez, el tenis y la esgrima.
Una audiencia papal
Por ser el padre de Rafael un diplomático de carrera, en el año 1885 es recibido en Roma por el Papa León XIII, en compañía de su hijo. Y por sugerencia del mismo Papa, le es recomendado para que cursara estudios en la Academia Pontificia de Eclesiásticos Nobles.
Como era un joven muy versado en las letras y los idiomas, propició que a este se le abrieran las oportunidades para escalar posiciones dentro del Clero. En 1886 se graduó de Doctor en Filosofía, y en 1890 lo hizo en Teología. Obtuvo la licenciatura en Derecho Canónico en 1891. Por ese amor por las letras, pudo escribir con facilidad las Letanías de la humildad.
Por gozar de la estima y la admiración del Papa León XIII, le fueron asignadas múltiples tareas, mucho antes de ser ordenado como sacerdote. Rafael Merry del Val, recibió la orden sacerdotal el 30 de diciembre de 1888.
Astuto defensor
Cuando retornaron los anglicanos a la unidad de la Iglesia, el Papa León XIII, redactó una encíclica en la que gran parte de ella fueron ideas de Monseñor Merry del Val, por ser un conocedor de la verdad católica de Inglaterra. Por eso en esa carta escrita en el año 1895, se recomendaba la unificación de los corazones y la inteligencia en una sola fe.
No conforme con el trabajo que venía realizando Merry del Val, el Papa León XIII en el año 1896, designa una comisión para que revisara la autenticidad de las ordenes anglicanas. Y esta comisión la presidió Merry del Val, en dicha comisión se revisaron todos los archivos y documentos, para la resolución del problema.
Cónclave de 1903
El Papa León XIII, muere el 20 de julio de 1903 y el Colegio Cardenalicio elige a Merry del Val, como su secretario del cónclave. A lo largo de, la celebración del cónclave, mientras se iban anunciando los resultados de los primeros escrutinios, la tendencia se inclinaba hacia el cardenal Sarto.
En agosto de 1903, resultó electo el Cardenal Sarto como el sucesor de Pedro, y adoptó el nombre de Pío X. La nueva autoridad del Vaticano, ratificó a los prelados de la Curia en sus cargos. Pero el único cambio que hizo Pío X, fue designar como secretario de Estado a Monseñor Rafael Merry del Val.
Entre la vida pastoral y la piedad
Para Merry del Val no fue un inconveniente mantener al día su trabajo en la Curia, y comprometerse en su apostolado social en los barrios pobres de Roma. Fue fundador de la Pía Asociación del Sagrado Corazón de Jesús, donde se atendía a los jóvenes de esas zonas más desfavorecidas.
Al morir el Papa Pío X, queda en cese de sus funciones en la Secretaría de Estado, pero dedicó todo su tiempo y energía a la labor social. Función que siguió desarrollando, hasta que fue designado como Secretario del Santo Oficio, por el Papa Benedicto XV.
Su muerte
La desaparición física de este notable hombre, y sin que hubiese indicios que presagiaran su muerte, ocurre en Roma casi para concluir el mes de febrero. Rafael Merry del Val, deja de existir el 26 de febrero de 1930, producto de una complicación en la sala de operaciones.
Letanías de la humildad, del Cardenal Merry del Val
Diariamente su Eminencia, el Cardenal Rafael Merry del Val, estaba habituado a rezar estas letanías, una vez que concluía la celebración de la Santa Misa. A continuación, te presentamos cómo hacer la Letanía.
Primero tienes que abrir tu corazón para que la gracia Divina entre en él, y luego dices esta oración:
“Mi Dios, soy tu siervo, y mi cuerpo nos es más que ceniza y polvo”
“Jesús misericordioso, que eres manso y humilde de corazón. Haz que mi corazón sea igual al tuyo”.
Luego, al concluir cada frase, debes decir: “Líbrame, Señor”
Del deseo de ser alabado (líbrame, señor)
Del deseo de ser íntegro
Del deseo de ser vitoreado
Del deseo de ser escogido
Del deseo de ser inquirido
Del deseo de ser aprobado
Del temor a ser abatido
Del temor a ser desamparado
Del temor a ser castigado
Del temor a ser difamado
Del temor a ser relegado
Del temor a ser satirizado
Del temor a ser vejado
Del temor a ser apartado
Ahora, antes de cada frase, debes decir: “Concédeme, Señor, el deseo de…”
Que a otros los amen más que a mí (Concédeme, Señor, el deseo de…)
Que otros sean más estimados que yo,
Que otros le merezcan mejor opinión, por encima de la mía
Que alaben a otros, y a mí, me ignoren
Que otros sean considerados útiles y a mí se me juzguen de inútil
Que prefieran a otros y a mí me aparten
De no tener perfecciones naturales de cuerpo y de espíritu
Que no aprecien mis habilidades y destrezas
Que no deseen conocer mi opinión
Que sea relegado al último lugar
“Bienaventurados aquello perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los Cielos”.
Mateo 5:10
Oración:
Oh mi Jesús, que, siendo Dios, fuiste capaz de humillarte hasta morir en la cruz, y te convertiste en ejemplo para nuestro orgullo y amor propio. Danos la gracia de vivir y practicar tu ejemplo, para que siendo humildes como corresponde, a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos ser exaltados hasta disfrutar eternamente de ti en el cielo.
Amén.
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