El Salmo 91 una oracion de protección y sanación mental y física, escrito por la intervención del Espíritu Santo, es un salmo mesiánico de vida, porque revela en su escritura un lugar de protección y de seguridad para todos nosotros. Déjate ser protegido, sanado y bendecido con su lectura.
Indice De Contenido
Salmo 91 una Oración de Protección y Sanación Mental y Física
Morando bajo la sombra del Omnipotente
El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. El te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.
No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos.
Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará cerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.
Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.
Significado
El Salmo 91 es una oración de protección y sanación mental y física. Se reconoce que el Salmo 91 es un salmo de vida también porque al recibir la protección de Dios nuestro Señor, perpetuamos nuestra vida en el trayecto que nos corresponda vivir en el plano terrenal y nuestra fe y camino en la doctrina de la palabra y enseñanza de Dios a través de su hijo Jesucristo, no permitirá la vida eterna.
Todo aquel creyente cristiano que se refugia en Dios y hace de él su casa estará bajo la protección del Todopoderoso. No olvidemos que el salmo 91 es una oración de protección y sanación mental y fisica. Solo debes hacerte una pregunta: ¿Qué puede sucederte si Dios te protege?. Nada ni nadie puede ir en contra de quien a través de tu fe y tu oración te protege, sino hay más nadie con un poder mayor al de su amor, misericordia y justicia. El salmo 91 nos permite tener en quien confiar, sentirnos seguro cubiertos de su protección.
El Salmo 91 es un salmo colmado de bendiciones y protección para todo aquel que confíe y tenga fe en Dios. La vida está llena de cosas buenas y otras no tanto, sin embargo, nunca debemos desconfiar de la protección de Dios, incluso en aquellas situaciones que consideremos que no son buenas para nosotros y nuestra familia, nuestra fe y oración mantendrá a Dios en nuestro camino y estará protegiéndonos.
Quizás alguien con una fe no tan fortalecida dudará de que tenga el poder para cuidar de todos por lo que oramos para obtener su protección, pero no deben nunca olvidar que Dios es un ser omnipresente, es por ello que puede cuidar y proteger a todos sus hijos.
A continuación haremos un análisis de cada uno de los versículos que conforman el Salmo 21, con la intención de aprender su mensaje y significado.
Versículo 1
“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente”. (Salmos 91:1)
Este versículo habla del hijo de Dios, quien más que Jesucristo habita siempre bajo el cobijo del altísimo. Bienaventurado, perfecto, sin pecado concebido. ¿Por qué mora Jesucristo de manera permanente bajo la sombra omnipotetente?, porque Jesucristo es ejemplo a seguir, sus acciones son las lecciones que debemos seguir. No podemos pretender estar protegidos por la sombra del altísimo, si de manera recurrente nos salimos de su cobijo.
Como podemos entender lo que son dice en este versículo: Si yo oro por la protección de Dios, pero mis acciones me alejan del camino de sus palabras y sus enseñanzas, obtendremos aleccionadoras consecuencias y no es que Dios nos abandonó y dejo de protegernos, fuimos nosotros quienes nos salimos de su cobijo.
Cuando las personas se alcoholizan, se drogan, son infieles y tantas cosas más, nos encontramos lejos del camino y por su puesto lejos del cobijo del altísimo. Es por ello que no debemos culpar a Dios cuando sufrimos consecuencias, como todo padre que ama a su hijo nos cuidará y protegerá, las lecciones nos enseñan a corregir las malas acciones y así nos formamos para que no volvamos a incurrir en los mimos errores. (Ver también: Oración de protección para bebés)
Versículo 2
“Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré” (Salmos 91:2)
El Salmo 91 es una oración de protección y sanación mental y física. Este versículo nos enseña el poder de la palabra, nuestra mente proclama nuestras peticiones, cuando reconoces al Señor estas proclamando su presencia, evidenciando tu confianza, declarando su señorío. La palabra de Dios tiene fuerza y si nosotros oramos su palabra será presencia.
Versículo 3
“Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora” (Salmos 91:3)
Aunque él me matare, en él esperaré, decía Job. (Job 13:15). Debemos comprender que no es en el momento de estar en presencia de la muerte o enfermedad destructora que solicitaremos la protección del altísimo, ya llenos de miedo y temor por el castigo inminente, no es de honra pedir la protección de Dios, si nunca fuimos dignos de él. Aquellos que se han mantenido firme en su fe, sabrán y sentirán que están protegidos y no sentirán miedo, aún sabiendo que es el momento de partir, porque nada les hará temer, ni sentir horror porque saben que serán recompensados.
Jesucristo jamás tuvo temor, porque nunca peco, siempre confió en su Padre, su recorrido entre los hombres lo realizó en profunda obediencia, así que nunca pudo ser presa del mal, ni de la enfermedad, estaba bajo el cobijo del Altísimo, encontrando refugio.
El salmo 91 es la promesa de Dios de liberarnos de los pecados repetitivos, de las tentaciones. Cuando habla de liberarnos del lazo del cazador es precisamente protegernos de todo aquel que se encuentra al acecho para hacernos daño, para tentarnos y pecar.
Versículo 4
“Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad” (Salmos 91:4)
Recordemos que el Salmo 91 es una oración de protección y sanación mental y física, una demostración del inmenso amor, con solo leer como es representada su protección sentimos cobijo, calidez, amor y protección. Cuando más angustiados estemos, si nos encontramos en una difícil situación que no podemos solventar, solo debemos recordar que nos encontramos bajo sus alas y el nos protege y resguarda.
Pero también nos deja saber de su fuerza protectora, es nuestro castillo, nuestro escudo protector, por ello, aún al sentir los embates del enemigo y sentir el acecho del mal, él estará cerca de nosotros, estaremos tranquilos y resguardados por nuestro señor.
Versículo 5
“No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día” (Salmos 91:5)
Se vuelve a evidenciar en este versículo la promesa de Dios, nunca debemos dudar de su protección y cobijo, aún siendo evidente para nosotros que estamos frente a la muerte. Nuestra fuerza espiritual nos llevará a su regazo y seremos libres.
Versículo 6
“Ni mortandad que en medio del día destruya” (Salmos 91:6)
Se refuerza en este versículo que debemos tener mucha fuerza en nuestra fe, nos repite que debemos tener esperanza y confianza que el cumplirá su promesa, nada de lo que ocurra en nuestro entorno podrá tocarnos.
Versículo 7
“Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará” (Salmos 91:7)
Si has seguido su camino y por otras razones te encuentras entre fuegos y espadas, debes hacerte fuerte en la confianza que tienes en el Dios Padre Todopoderoso, entender que él es nuestro refugio y nos llevará sanos y salvos. Quizás nuestra experiencia sea difícil al ver caer a nuestro alrededor a miles, pero nos mantendremos erguidos y saldremos airosos.
Versículo 8
“Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos” (Salmos 91:8)
Todos lo que se mantengan en el camino de Dios recibirán su recompensa, nos invita a tener fe en que seremos recompensados y seremos de aquellos que conoceremos la Salvación. El es un ser de luz, amor y justicia. (Ver también: Oración de protección para el trabajo)
Versículo 9
Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación” (Salmos 91:9)
No podemos creer que Dios no es misericordioso al condicionar la obtención de sus beneficios, no pretendan ser beneficiados de las promesas del Altísimo, si no han recorrido su camino de la mano de su palabra y enseñanza. Pero el arrepentimiento te da la oportunidad y su promesa siempre estará al alcance de tu mano, para aquellos que se inician en el camino del señor y también para aquellos que lo perdieron y quieren recuperarlo.
Versículo 10
“No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada” (Salmos 91:10)
Su amor inmenso no olvida a los nuestros y entiende que si los nuestros son tocados se convertirá en nuestro sufrimiento, por eso hace saber que cuidará nuestra hogar. El Espíritu Santo, deja muy claro que al mantenernos en el camino de la palabra divina los nuestros estarán protegidos.
Versículos 11 y 12
“Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán para que tu pie no tropiece en piedra”. (Salmos 11 y 12).
Siempre estará a nuestro acecho el mal, las tentaciones terrenales, pero él ha enviado a sus ángeles para protegernos en todos nuestros caminos, lo que si no podemos olvidar es que deben ser los caminos correctos, los caminos de la obediencia, los caminos del Señor.
El Salmo 91 es una hermosa promesa, es el amor de Dios, es la protección para todo aquel que confía en el Señor. Cuando oramos desde nuestro corazón con honestidad Dios siempre responde, si nos mantenemos en el camino de la palabra Dios siempre nos cuida, Dios es nuestro escudo de protección ante todo mal.
Es importante entender que si piensas que al colocar en una mesa dentro de tu hogar la biblia abierta en el salmo 91, tu y los tuyos estarán protegidos, lo único que estás haciendo es alejarte de Dios, porque piensas que un acto mágico ocurrirá y no es así.
Lo que verdaderamente cambiará tu vida es habitar en Dios, que Dios sea tu morada como nos enseño Jesucristo. Siente su cobijo al estar debajo de sus alas, siente la presencia de los ángeles que te cuidan mientras haces el recorrido de tus caminos. Se fuerte en tu fe, confía en su protección y él te mantendrá fuera del alcance de los impíos.
Versículo 13
“Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón” (Salmos 91:13)
No hay enemigo presente o a nuestro acecho del cual no estemos protegidos, Dios nos hace la promesa de no permitir que nadie nos dañe, ya incluso antes de convertirse en nuestro enemigo está vencido. Nuestra fe y confianza es la fortaleza necesaria para recibir la promesa de Dios Padre.
Versículo 14
“Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre” (Salmos 91:14)
Cuando entendemos desde nuestro corazón la palabra de Dios, somos capaces de internalizar que mantenernos en su camino y ser obedientes nos concede mantenernos en alto, alejado de las tentaciones, del acecho de los cazadores, de la peste y la oscuridad.
Versículo 15 y 16
Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación” (Salmos 91:15-16)
En estos dos últimos versículos del salmo 91 es la palabra de Dios que nos asegura que nuestro amor será devuelto a todos aquellos que han entregado su confianza, su fe, reconocido sus pecados y por ello, nos entrega amor, guía y cuidado multiplicado a todos y cada uno de sus hijos.