Historia de la virgen nuestra señora de la Soledad

La virgen de la  Soledad o como también es conocida nuestra señora de la Soledad, es otra de las tantas advocaciones de la virgen María , las cuales son veneradas específicamente por la iglesia católica  y por todos sus fieles creyentes. Si quieres conocer más sobre la virgen de la Soledad, no dejes  de leer el post te va a interesar.

Virgen de la Soledad

Nuestra señora de la soledad como ya se mencionó al comienzo del post es una de las tantas advocaciones de la virgen María respectivamente, entre muchas más que pueden existir como por ejemplo la virgen de Fátima, la Rosa  Mística.

Todas están vírgenes nombradas incluyendo a la virgen de la soledad desde el momento que aparecen en alguna ciudad en específico o lugar juegan un papel muy importante, ya que le cambian la vida a las personas que son las encargadas de llenar su mensaje y fueron escogidas para observar sus apariciones y de esta forma lograr crear una comunidad de fieles creyentes que persisten hasta la actualidad.

La virgen de la Soledad está estrechamente relacionada con todo el sufrimiento que llegó a padecer, María madre de Jesús cuando es el apresado y crucificado y a través de este evento María queda totalmente sola y llena de tristeza por como tuvo que ver morir crucificado a su hijo amado.

La virgen de la soledad no hace su hace su primera aparición como en el caso de otras vírgenes, que se presentan ante alguna persona con una gran luz brillante, y esto es por obra y gracia de Dios. Se puede rescatar que en el momento que ellas hacen su aparición transmiten un gran mensaje de amor y salvación para toda la humanidad y quienes lo reciben tienen por encomienda comunicar y predicar el mensaje recibido.

La primera aparición por así decirlo de la Virgen de la Soledad es muy característica ya que su imagen llega sorpresivamente en una caja que era transportada por una mula, que luego muere respectivamente.

La virgen de la Soledad suele ser venerada y adorada en muchos países, algunos de los que podemos nombrar son; Venezuela y México, ojo cabe destacar que son muchos más, pero los nombrados son los más resaltes. Como ya se había mencionado nuestra señora de la Soledad hace mención o representa todo el dolor y el sufrimiento que nuestra madre María vivió en la época en que su hijo fue crucificado y muere en la cruz del calvario por todos y cada uno de nosotros, pero te esta forma su madre queda sola, tristes y desconsolada.

Como se indica en el párrafo anterior uno de los países donde la virgen de la Soledad es muy venerada es precisamente Venezuela, de esta forma se puede mencionar que la imagen que se encuentra en la iglesia de San Francisco ubicada específicamente en Caracas, fue donada hace ya muchos años por; el Dr Don Juan de Corro y su esposa la señora Doña Felipa de Ponte.

Ellos se tomaron la tarea de mandar a traer la imagen desde España, la cual es una replica exacta de la imagen de nuestra señora de la soledad la cual es venerada, en el convento de Victoria de la corte de Madrid, de esta manera al ellos encargar la imagen la proceden a ensamblar respectivamente y la traen desde España hacia Venezuela respectivamente.

Sin embargo durante el viaje los encargados de traer la imagen se ven sorprendidos por un gran tormenta en alta mar, los que los obliga, a tener que echar al mar la carga que contenía la imagen para que continuara el viaje de otra forma ya que debía llegar a tiempo.

Sin embargo se logra ya que en el día y hora justo llega a las orillas de Naiguatá donde el encargo era esperado por unos criados de Don juan para llevarla hacia su hacienda respectivamente.

Para el 17 de marzo del año 1654, es firmada una escritura donde se le hace la entrega de la imagen al convento, bajo las condiciones que quedaron escritas en el becerro de este convento de Caracas en el folio 67. Esta imagen actualmente es venerada en la iglesia de San Francisco en Caracas- Venezuela y es muy adorada por todos sus fieles creyentes que acuden a rezarle y glorificarle.

Historia

Según se conoce en los años 1620 un arriero llevaba sus mulas por las conocidas calles de Oaxaca rumbo a un pueblo vecino. El arriero se sorprende al observar que uno de sus mulas lleva consigo una caja muy grande que no era de él, situación que no extraño mucho sin embargo sigue su camino con todas sus mulas.

Una vez el arriero llega a su destino el cual era el pueblo de la Ermita de San Sebastián, la mula ya cansada del gran peso de que lleva colapsa y se derriba, el arriero trata de levantar a su mula, pero no tiene éxito alguno ya que, la mula estaba exhausta por el peso de la gran caja.

El arriero tenía mucho miedo de ser acusado de robo ante las autoridades ya que la caja que llevaba consigo la mula no le pertenecía y él lo sabía, y antes de ser acusado de haber robado su contenido procede a llamar el mismo a las autoridades para que ellas procedieron a abrir la caja y conocer el contenido la misma. Una vez los policías llegan sonde de encontraba el arriero y proceden alzar la caja misteriosamente en ese preciso momento la mula cae muerta.

Los oficiales muy sorprendidos por todo lo ocurrido y con mucha curiosidad deciden abrir la caja para verificar su contenido, al abrirla y ver que se encontraba adentro se percatan que contenía una imagen de la hermosa virgen de la soledad y la acompañaba un crucifijo con un letrero que decía; “La Virgen de la Cruz”.

Con el hecho ocurrido el obispo de la época en el pueblo llamado Bartolomé Bojórqueza, ordena la pronta construcción un gran santuario que será en honor de la virgen de la Soledad donde todos sus fieles creyentes y devotos puedan asistir a venerarla siempre.

Desde que este santuario abrió sus puertas es uno de los lugares mas visitados en la ciudad de Oaxaca por miles hombres y mujeres, en el no solo se puede apreciar la imagen de la virgen sino también, la inmensa roca donde la mula muere, así como también la caja donde se transportó y fue encontrado la virgen junto con el crucifijo.

Cada 18 de diciembre es celebrado el día de la virgen de la soledad, la cual es la patrona de Oaxaca respectivamente, todos los años los Oaxaqueños realizan festividades religiosas, así como grandes fiestas patronales en honor a la virgen para que durante estos días se siente la gran devoción y fervor que tiene todo el pueblo y sus fieles creyentes hacia ella.

Significado de la virgen de la soledad

La virgen de la soledad al igual que la virgen de Juquila representan una infinita maternidad, ya que fueron las escogidas para acompañar a nuestro señor Jesucristo en su muerte y resurrección. Cabe destacar que María sufre la soledad de su hijo en el momento que el fue abandonado por sus llamados doce discípulos, ya que todos ellos huyen y Cristo padece un calvario, cuando el fue crucificado su madre pudo experimentar su soledad con el grito que exclamó y en el cual dice; Dios mío, Dios mío porqué me has abandonado.

El verdadero significado de la virgen de la soledad hace referencia a lo que está en las santas escrituras, a lo cual se le dio su fiel cumplimiento y se dio tal cual como está escrito respectivamente, es importante recordar que el amor de nuestra madre es inmenso y esta presente en todos lados y siempre estará dispuesta ayudar a todo el que lo necesite en cualquier situación que se presente.

Es importante mencionar también que la virgen de soledad representa, al hombre cuando se niega totalmente acepar cristo en su vida como el único salvador, es allí donde ella viene como representación de todas aquellas madres que buscan dentro de su soledad a sus hijos incansablemente al igual que la virgen de Loreto.

La virgen de la soledad en su advocación de la Virgen María, significa el amor de madre, la esperanza, el triunfo de su hijo luego de todo lo que debió padecer y morir crucificado resucitó y de esta forma es glorificado por el padre.

Oración a la virgen de la Soledad

Miles de fieles creyentes acuden a la virgen de la soledad a través de la oración para pedirle que interceda por ellos ante cualquier situación que puedan estar viviendo, le hacen oraciones confiados y llenos de fe que ellas no va a escuchar y vendrá en su ayuda para socorrerlos y atender cualquier petición que tengas sus hijos y fieles creyentes de su amor y su bondad, a continuación, vas a conocer una hermosa oración a la virgen de la soledad:

Dignísima Madre de Dios, que estando en pie junto a la Cruz de Jesús, tu Hijo, lo viste lleno de pena, de dolor, agonizar y morir, quedando sola y desamparada, sin más alivio que amarguras, y sin más compañía que tormentos.

Mi alma quiere participar, mi dolorida Virgen, en tus penas y aflicciones, para que te acompañe toda mi vida en el justo sentimiento de la muerte de tu querido Hijo. Permíteme, oh solitaria Madre, que te asista continuamente en tan amarga Soledad, sintiendo lo que sentís, y llorando lo que lloras.

Infunde en mi pecho, oh Madre del verdadero amor, una encendida caridad para amar a tu Divino Hijo, que por mi amor murió crucificado; y concédeme el favor que pido en esta oración, para gloria de Dios, honra suya y provecho de mi alma.

Amén

Oración en casos desesperados

Santísima Virgen Madre del Salvador del Mundo, Madre del Sumo Redentor, Reina Misericordiosa, Señora de Ángeles y Arcángeles, Madre y Patrona mía, Virgen de la Soledad, Amparo de todos los que solicitamos tu favor Remediando las necesidades de los afligidos que te invocan.

Yo, (decir el nombre) Me doblego ante tu presencia y me reclino a tus pies Implorando tu patrocinio para: (Se hace la petición)
Esperando escuches mi suplica Y nos dignes con la gracia de tu bendición para el logro, Remedio y consuelo para nuestra alma.

Te pedimos además, Dulcísima Virgen de la Soledad,Que nos alcances la fuerza para servirte y venerarte. Gracias te doy, Virgen Piadosa, Por tu bondad infinita al alcanzar para mí este favor, Para mayor honra, gloria y provecho mío Y con la gracias del Espíritu Santo, Por los siglos de los siglos.

Señor, en tus manos dejo cada una de mis obras del día de hoy, por favor guía mis acciones y ayúdame a alcanzar mis propósitos, aleja al enemigo mal intencionado de mi vida y permíteme avanzar por caminos de alegría y bendición.

Mi vida y mis más grandes anhelos están bajo tu cuidado, porque confío en ti, confío en tus promesas y porque sé que Tú has de cumplir tu palabra en mi vida, Amén.

Oración milagrosa a la virgen de la soledad

María, madre de Jesús: acabamos de acompañarte en el entierro de tu hijo; hemos contemplado tu dolor ante la pasión y la cruz; hemos imaginado el desgarro de la separación del hijo; vemos tu camino hacia la soledad.

Ya sabemos que aquello terminó en alegría desbordante, virgen de la soledad y que tú participas ahora ya la vida resucitada. Pero nosotros seguimos en la oscuridad: nuestra fe es pobre; nuestros dolores siguen pertinaces; nuestros entierros, nuestras soledades… nos hieren lo más profundo.

¿Querrás tú, Señora nuestra de la Soledad, ¿acompañarnos?

Necesitamos, Madre, tu fortaleza:

para cuidar a nuestros enfermos; para querer y acompañar a los ancianos; para dar aliento a los que luchan por un mundo mejor. Tenemos muchas soledades, muchos silencios:

Mucho amor sin ser correspondido; virgen de la soledad, muchos esfuerzos en el vacío, niños y niñas sin ser acompañados, padres que creen inútil el haber tenido hijos y educadores que sospechan estar perdiendo el tiempo.

jóvenes que no pueden responder al impulso de la vida, sin trabajo, sin horizonte cultural, enviciados sin salida. sacerdotes en activo acompañados por la incomprensión; sin comunidad viva que comparta su tarea misionera.

Sacerdotes casados esperando resucitar el ministerio; recibido del Espíritu, pero sepultado e impedido por la ley eclesiástica, enfermos sin esperanzas, sólo acompañados por el silencio del sinsentido, ancianos almacenados en asilos sin alma, comunidades cristianas sin pastor, sin eucaristía, sin vida y que no pueden decidir nada, ni organizar sus carismas, en silencio clerical

Danos, Señora llena de soledad esta noche, tu presencia, tu consuelo, tu amor reconfortante. virgen de la soledad que, al menos, no nos falte nunca tu esperanza:

la secreta esperanza que aquella tarde de viernes santo ardía en tu corazón traspasado: “la vida de mi hijo está en las manos de Dios, del Padre al que él tanto quería”; esperanza en el Espíritu que tiene capacidad de resucitar a los muertos: de levantar el corazón adormecido por la rutina y el cansancio; de suscitar profetas en medio del desierto legal y opresivo; de abrir caminos cerrados por la tiranía y la sumisión.

Que esta esperanza, Señora de la Soledad, nos acompañe siempre, hasta el final de nuestra vida, cuando tú, Señora nuestra, cierres nuestros ojos para esta vida y los abras para la vida resucitada. Amén.

Oración alternativa

¡OH dulcísima Madre mía Virgen de la Soledad!, postrado humildemente ante tu imagen milagrosa vengo a deshojar las tristezas
y pesares de mi afligido corazón.
Tú sabes comprender mejor que nadie, mis necesidades y aflicciones. Tú eres Madre de Dios puedes aliviarlas, Tú eres Madre de los hombres quieres remediarlas, Tú que lloras tanto, enjuga mis lágrimas. Tú que sufriste tanto alivia mis dolores
Tú que te viste tan triste y desolada disipa mi tristeza, mírame con tus ojos llenos de dulzura escucha mis ruegos suplicantes
y concédeme la gracia especial que te pido en esta oración, si conviene para la gloria de Dios y el bien de mi alma, o que se cumpla tu divina voluntad. Amén. (Se rezan 3 padrenuestros, Ave María y Glorias, haciendo la petición).

Dolorosísima Virgen María, de la Soledad,. abogada de los tristes y enfermos, Vos, que con la espada en el pecho, atraes todo corazón humano para que contemple el amor de vuestras piedades, A vos llego, confiadísimo de hallar un pozo de dulce consuelo para mis penas y sufrimientos. Ayúdame a vencer las tentaciones de este mundo, y en mi soledad sé una compañía alegre que  alumbre mi entendimiento y voluntad; por el mérito de vuestros dolores, concédeme lo que os pido en esta oración, si ha de ser para vuestra mayor honra y gloria, y bien de mi alma. Amén.

Acompañar esta  poderosa oración para la virgen de la soledad, con 3 Padre nuestro, 3 Ave María y un gloria respectivamente al culminar luego de ello debes darle gracias infinitas a la virgen de la soledad por los favores recibidos.

Novena

A continuación te presentamos las novenas para que tengas claro como debes hacerla a nuestra virgen de la soledad:

Primer día 

Acto de contrición:  Purísima Virgen María, afligida Madre de Dios, a mi me pesa, pésame, Señora, de todo corazón me pesa de haber ofendido a vuestro Hijo Jesucristo, mi verdadero Dios, en quien creo, en quien espero, y a quien amo sobre todas las cosas. Me pesa también, Madre afligida, de haber sido con mis culpas la causa de tan crecidas penas, como padecíteis en vuestra amarga Soledad.

Yo propongo firmemente, Madre y Señora mía, de nunca más pecar, y de aliviar nuestras penas con la enmienda de mi vida. ¡Oh Madre de mi alma!¡Oh Señora de mi corazón! Os suplico humildemente ofreciste a vuestro Hijo, mi Dios, su santísima Pasión y Muerte, y las inmensas penas de vuestra triste Soledad, en satisfacción de todos mis pecados.

Así como os lo suplico, así confío en vuestra gran bondad, me alcanzarás de su misericordia infinita, perdón de mis culpas, gracia para nunca mas ofenderle, y fervorosa devoción para serviros siempre a Vos, dolorosísima Señora, en el Misterio de vuestra dolorosa Soledad, hasta haceros compañía en la Gloria de la Resurrección, donde vivís y reináis por los siglos de los siglos.

Amén.

Primera oración: Dignísima Madre de Dios, que estando en pie junto a la Cruz de Jesús vuestro Unigénito Hijo, le visteis penar, agonizar y morir, quedando sola y desamparada, sin más alivio que amarguras, y sin más compañía que tormentos.
Participar a mi alma, oh dolorida Virgen, en vuestras penas y aflicciones, para que os acompañe toda mi vida en el justo sentimiento de la muerte de vuestro querido Hijo.

Permitidme, oh solitaria Tórtola, que os asista continuamente en tan amarga Soledad, sintiendo lo que sentís, y llorando lo que lloráis. Infundido en mi pecho, oh Madre del verdadero amor, una encendida caridad para amar a vuestro Divino Hijo, que por mi amor murió crucificado; y concederme el favor que pido en esta Novena, para gloria de Dios, honra vuestra y provecho de mi alma.

Amén.

Al culminar con la primera oración se procede a rezar tres Ave María

Segunda oración: Oh Madre la más desconsolada de todas las madres del mundo, que al ver a vuestro Hijo en el sangriento madero de la Cruz, recibisteis en vuestra alma una pena tan crecida, cuando era crecido el amor con que le amabais: os suplicamos, Señora, que por esta inmensa pena que sentisteis en tan doloroso Misterio, nos alcancéis un verdadero amor de Dios, y firme aborrecimiento de las vanidades el mundo.

Volved vuestros ojos misericordiosos, y mirad a los que el amor y servicio de su Divina Majestad aspiran a más perfección.
Remediad a los enfermos: asistid a los que se hallaren en las agonías de la muerte; atended a todos, y especialmente a cuantos nos empleamos en el ejercicio de esta Novena, para obsequiar en el Misterio de vuestra Santísima Soledad, y después besaros los pies por eternidades en el Cielo.

Amén.

Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, memoria de la Pasión y Muerte de nuestro Redentor Jesucristo, y la penosisima Soledad de María Santísima, Señora nuestra, concebida sin mancha de pecado original en el primer instante de su ser natural.

Amén.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Tí celestial Princesa, Sagrada Virgen María,te ofrezco en este día: alma, vida y corazón. Mírame con compasión no me dejes, Madre mía.

Amén.

Gozos a Nuestra  Señora de la Soledad:
I

Por favor y por piedad concedednos este día, sea nuestro norte y guía vuestra triste Soledad.

II

En tu pura Concepción ya estaba premeditada aquella sangrienta espada que predijo Simeón; y pues gozo y aflicción virgen de la solead celebramos, dispensad: sea nuestro norte.

III

Ya en el Templo, Virgen pura, a estar sola comenzaste con lo cual anticipaste tu tristeza y amargura; y ya que el hombre procura lo que te afligió llorar; sea nuestro norte.

IV

Isabel tu prima amada, cuando tu elogio formó, te saluda, y te anunció ya sola y desconsolada; y si el alma está inundada de alegría y de pesar: sea nuestro norte.

V

Cuando nació, ¡oh Madre pura! Tu Hijo, lloró la suerte de dejarte por su muerte en Soledad y amargura: mueve nuestra ternura, y haced, Virgen sin igual; sea nuestro norte.

VI

Virgen de la soledad la sangre que derramó su Circuncisión sagrada, y en la Cruz fue venerada, en Soledad te dejó; y pues vemos padeció por redimir al mortal: sea nuestro norte.

VII

La estola de la inocencia con sangra Herodes manchó y Pilatos la rasgó, dejándote en triste ausencia; haga tu grande clemencia, pidamos en lance tal: sea nuestro norte.

VIII

Tu Hijo a Egipto llevaste logrando su compañía,y en su muerte Virgen pía, solitaria le lloraste: Gran rigor ¡fuerte contraste!
Y al meditar tu pesar: sea nuestro norte.

IX

Cuando tu Hijo perdiste en el ingreso del templo, grande Soledad contemplo que en el lance padeciste: por todo cuanto sufriste dando a nuestras almas paz: sea nuestro norte, virgen de la soledad
X

En la sagrada Pasión de tu Hijo, Madre pura, de dolores la amargura inundó tu corazón,librándose del dragón que nos cerca sin cesar:sea nuestro norte.

XI

En su sepulcro y su muerte, que causó fiero rigor, de Soledad y dolor lloraste la dura suerte; y pues de compadecerte, nuestro anhelo es eficaz: sea nuestro norte.

Segundo Día: 

Para comenzar la primero que debemos  hacer es decir el acto de Contricción

Primera oración: ¡Oh corazón fidelísimo, de la Virgen María, Sagrario de Dios, y Trono, de su divino amor!
¡Oh corazón amantísimo, coronado de espinas, y crucificado con angustias!

¡Oh corazón tierno, de la Virgen más pura, que al romperse el pecho, de mi Redentor con el golpe de aquella cruel lanza, que abrió puerta a nuestra salvación en nuestro crucificado difunto, fuiste herido vivamente, y atravesado de pena!

Yo os ofrezco al Padre Eterno en Sacrificio de dolor, como preciosa dádiva de amor, para que en recompensa me conceda por vuestro amor y dolor, que mi corazón sea herido y quebrantado de verdadero dolor, y perfecta contrición, de mis pecados, luz y acierto para hacer una buena confesión de todos ellos, y la gracia que pido en esta Novena, para gloria de su Divina Majestad, honor vuestro, y provecho mío.

Amén.

Al culminar con la primera oración se procede a rezar tres Ave María

Segunda oración:  Tristísima Señora, que después de muerto vuestro Unigénito Hijo, nuestro dulcísimo Jesús en el afrentoso leño de la Cruz teniendo puesto vuestro corazón, y clavados vuestros ojos en el crucificado difunto visteis romper su divino pecho, y abrir su precioso corazón al golpe de una lanza, saliendo por la herida sangre y agua para nuestro remedio y quedando aquella puerta abierta para nuestro refugio.

Oid, Reina afligida, nuestros ruegos, y por la grandísima pena que en este lastimoso Misterio hirió tan dolorosamente vuestro tierno corazón, dadnos una gran pena de haber ofendido a Dios, por ser quien es, y un perfecto aborrecimiento de las culpas.

Convertid a su Majestad todos los pecadores del mundo, y amparad a todos los Fieles Cristianos, particularmente a los que veneramos vuestra penosisima Soledad con la devoción de esta Novena, para lograr vuestro amparo en esta vida, y acompañaros en la Gloria.

Amén.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Tí celestial Princesa, Sagrada Virgen María,te ofrezco en este día: alma, vida y corazón. Mírame con compasión no me dejes, Madre mía.

Amén.

Proceder a  recitar los gozos a Nuestra  Señora de la Soledad

Tercer día 

Para comenzar la primero que debemos  hacer es decir el acto de Contricción

Primera oración: Oh Reina de los Cielos, Tesoro de aflicciones, que después de haber adorado con tierna devoción, y besado con devota ternura la corona, espinas y clavos de Jesús, recibísteis amorosa al pie de la Cruz su lastimoso cuerpo ya difunto en vuestro doloroso pecho, y regazo maternal, contemplando la fatal ruina que el pecado había hecho en aquel sacro Templo de la divinidad:

Ofreced, Madre mía, al Padre Eterno ese Divino cadáver, cubierto de sangre y llagas, para que por ese sacrificio tan agradable, me conceda luz con que conozca la malicia y fealdad del pecado mortal, que fue la causa de tan sangriento destrozo en vuestro precioso hijo; y juntamente me conceda firme resolución de nunca más pecar, con el beneficio que pido en esta Novena, para gloria suya, y bien de mi alma.

Amén.

Al culminar con la primera oración se procede a rezar tres Ave María

Segunda oración: Dolorosísima Virgen, y Madre la más desamparada, que al mirar con ojos atentos arrimado a vuestro pecho el difunto cuerpo de vuestro Hijo, tan herido y lastimado, entre vuestros virginales brazos, quedásteis sumamente angustiada en terrible Soledad.

Suplicamos, Señora, por tan crecida pena, que no nos desampares. Compadeceos, Madre piadosísima, de todas las naciones de la tierra. Volved vuestros ojos misericordiosos a cuantos están en pecado mortal. Favoreced propicia a los Fieles difuntos, y a todos los vivos que habitamos en este valle de lágrimas, particularmente a los que os servimos con la devoción de esta Novena, para amaros sin fin en el Cielo.

Amén.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Tí celestial Princesa, Sagrada Virgen María,te ofrezco en este día: alma, vida y corazón. Mírame con compasión no me dejes, Madre mía.

Amén.

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Día cuatro 

Para comenzar la primero que debemos  hacer es decir el acto de Contricción

Primera oración: Oh Virgen la más Santa, y Madre la más afligida, que sobre la amarga Soledad que exteriormente padecisteis por la muerte de vuestro hijo, fuisteis interiormente lastimada con mayor y más terrible Soledad cuando visteis enterrar en el sepulcro:

Te suplico, oh Virgen prudentísima, que por lo mucho que sintió vuestro amante corazón esta ausencia y Soledad, intercedas por mí a nuestro Señor, para que nunca me desampara, ni me deje apartar de su Majestad Divina, sino que me conceda un grande aprecio de su Divina presencia, y que continuamente la traiga yo presente en mi corazón, desde donde me comunique su gracia, y me favorezca con lo que en esta Novena solicito, para su mayor gloria, honor vuestro y bien mío.

Amén.

Al culminar con la primera oración se procede a rezar tres Ave María

Segunda oración: Oh Reina de los Mártires, que padeciendo antes la aflicción de ver a vuestro Hijo muerto, ahora se os aumentó la pena de llorarle sepultado y ausente: por esta imponderable pena os pedimos, angustiada Señora, nos concedáis una viva fe, y gran veneración a la Real presencia de nuestro Señor en el Santísimo Sacramento, y disposición perfecta para recibirle en la Sagrada Comunión.

Que patrocinen a los huérfanos, desamparados y afligidos. Que remediéis a todos en sus necesidades espirituales y temporales, especialmente a cuantos veneramos el Misterio de vuestra Soledad con la práctica de este Novena, para vuestra mayor devoción, y nuestro eterno bien.

Amén.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Tí celestial Princesa, Sagrada Virgen María,te ofrezco en este día: alma, vida y corazón. Mírame con compasión no me dejes, Madre mía.

Amén.

Proceder a  recitar los gozos a Nuestra  Señora de la Soledad

VIRGEN DE LA SOLEDAD

Día cinco 

Para comenzar la primero que debemos  hacer es decir el acto de Contricción

Primera oración: Oh María, mar de amarguras, que caminando del sepulcro de Cristo a la ciudad de Jerusalén sola sin la luz de vuestros ojos, hallaste en el Monte Calvario el sagrado Árbol de la Cruz, y le ayudasteis con profunda reverencia, le estrechasteis entre vuestros brazos con firme resignación, renovando en vuestro pecho el sentimiento de la Pasión y Muerte de vuestro Hijo, y la pena y dolor de vuestra Soledad.

Humildemente os ruego, Señora de mi vida, me consigáis de vuestro Hijo Jesús una grande estimación de su Santísima Cruz, para que con ella me abrace en amor perseverante, sufriendo con resignación y conformidad todas las adversidades y trabajos que se me ofreciesen en el camino del Cielo, y juntamente me conceda lo que en esta Novena pretendo, para su santo servicio, gloria de vuestro nombre, y provecho de mi alma.

Amén.

Al culminar con la primera oración se procede a rezar tres Ave María

segunda oración: Virgen Sacratísima, Maestra del más perfecto padecer, que en vuestra penosisima Soledad nos enseñasteis la primera a estimar y adorar la Cruz de Jesucristo, y mirando en la cumbre del Calvario este Árbol sangriento despojado de su Divino Fruto, recibísteis en vuestro corazón un nuevo aumento de pena. Antes, Señora, teníais gran parte de alivio mirando a vuestro amado Jesús, aunque sin vida: mas ahora, que ni vivo ni muerto aparece a vuestros ojos, desamparada ya de su dulce presencia, ¿qué consuelo podéis tener? Oh Reina dolorosa, ¡qué Cruz de penas! ¡Qué Soledad tan grande!

Deseamos, pues, angustiada Señora, aliviaros la Cruz de vuestra Soledad con la paciencia en los trabajos; y por tanto os suplicamos nos deis una conformidad grande en nuestras necesidades y aflicciones. Que miréis con benignidad a los Cautivos Cristianos, y a cuantos se hallasen en una aflicción, tentación o peligro. Que dilaten por todo el mundo el amor del Crucificado, y veneración de su Cruz; y a los que os adoramos con esta santa Novena, concedednos, dulce Virgen, vuestra protección, para conseguir la gloria.

Amén.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Tí celestial Princesa, Sagrada Virgen María,te ofrezco en este día: alma, vida y corazón. Mírame con compasión no me dejes, Madre mía.

Amén.

Proceder a  recitar los gozos a Nuestra  Señora de la Soledad

Día seis

Para comenzar la primero que debemos  hacer es decir el acto de Contricción

Primera oración: ¡Oh Madre la más amorosa, y la más desamparada! ¿Quién podrá explicar la pena que sintió vuestro corazón considerando en la traición del perverso Judas, el menosprecio que había de hacer los malos de la Pasión de vuestro Hijo Santísimo, y las injurias y ofensas de los pecadores contra su Majestad?

A vuestros pies, Señora, tenéis hoy al mayor de todos. Yo soy, Virgen Soberana, yo soy quien tantas veces he vendido a Jesucristo por un infame gusto, y he despreciado por mi culpa cuanto por mí ha padecido. Pésame del sentimiento y pena que os he ocasionado con este desprecio. Oh Madre de Dios, amparo de mi alma, por la Pasión y Muerte de vuestro Hijo, y por la pena y dolor de vuestro corazón, intercedas con vuestro hijo, para que me perdone los pecados, y me mire con los ojos de la misericordia.

Misericordia, Virgen Santísima, misericordia, piadosísima Señora, concederme el don del santo temor de Dios, aprecio de la Pasión y Muerte de mi Redentor, y lo que solicito por esta Novena, para gloria suya, honor vuestro y provecho mío.

Amén.

Al culminar con la primera oración se procede a rezar tres Ave María

Segunda oración: Oh Amorosa Madre de los pecadores, y tristísima Señora, que entre las muchas penas que afligieron vuestra alma purísima en vuestra amarga Soledad, sentisteis tanto el desastrado fin del infeliz y desdichado Judas, y en su desgracia lloraste amargamente la perdición de tantas almas que por sus pecados se alejan de la misericordia de Dios; aumentad en nuestros corazones.

Oh compasiva Virgen, la confianza en vuestro amor, para que por más atribuladas que se hallen nuestras almas, jamás dejen de acudir a vuestra amorosa presencia; pues en Vos, oh Madre clementísima, está todo nuestro remedio, nuestro consuelo y nuestra seguridad.

Mirad con benignidad a todos los pecadores, infundiendo en sus almas un grandísimo temor de Dios. Convertid los herejes, y traed todos los infieles al gremio de la Iglesia. Amparad a todo, principalmente a cuantos os adoramos en el Misterio de vuestra Soledad con esta devota Novena, para ser vuestros eternamente.

Amén.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Tí celestial Princesa, Sagrada Virgen María,te ofrezco en este día: alma, vida y corazón. Mírame con compasión no me dejes, Madre mía.

Amén.

Proceder a  recitar los gozos a Nuestra  Señora de la Soledad

Día siete

Para comenzar la primero que debemos  hacer es decir el acto de Contricción

Primera oración: Afligida Emperatriz de los Cielos y tierra, que tan herido tenéis vuestro corazón, mirando la cobardía de espíritu y flaqueza de ánimo con que los Apóstoles que tenían mayor obligación a vuestro Hijo, y a vuestro amor debían finezas de Madre, os dejaron sola y desamparada en la mayor aflicción: en virtud de esta pena, poned en mi alma un verdadero agradecimiento a los beneficios divinos, y la virtud de la fortaleza, para vencer valerosamente las tentaciones de mis enemigos, y mortificar mis pasiones desordenadas, y no me neguéis lo que pretendo en esta Novena, para gloria de Dios, para vuestro honor, y para mi utilidad.

Amén.

Al culminar con la primera oración se procede a rezar tres Ave María

Segunda oración: Oh María, Mar de gracias, y Consuelo de afligidos, que viendo a los Discípulos del Señor fugitivos y descaminados, como ovejas sin pastor, con notable detrimento de sus almas, los recibisteis amorosa, y los alentaste compasiva, ejercitando en vuestra Soledad el oficio de Madre, que con tantas ansias os encomendó desde la Cruz nuestro Redentor Jesucristo: os rogamos, Madre nuestra, no permitáis en nuestros corazones libieza y desaliento para servir a Dios, y confesar su santísimo nombre a vista de los que no le aman.

Congregad los de todas las Naciones en una Fe y en una misma Religión Católica. Asistid a todos los Ministros Evangélicos, y a cuantos se emplean por el mundo en el bien espiritual de las almas. Experimenten todos vuestra poderosa protección, especialmente cuantos con respeto de hijos os ofrecemos esta devota Novena, para conseguir vuestra protección, y adoraros en la Gloria.

Amén.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Tí celestial Princesa, Sagrada Virgen María,te ofrezco en este día: alma, vida y corazón. Mírame con compasión no me dejes, Madre mía.

Amén.

Proceder a  recitar los gozos a Nuestra  Señora de la Soledad.

VIRGEN DE LA SOLEDAD

Día ocho

Para comenzar la primero que debemos  hacer es decir el acto de Contricción

Primera oración: Dios te Salve llena de gracia, María, mar de amargura, que siendo Reina de los Ángeles, por disposición divina fuisteis desamparada de todos en vuestra rigurosa Soledad, dejándoos sin consuelo en vuestra mayor tristeza, y en vuestra mayor necesidad sin alivio, afligida y sola: os pido, oh vida de mi alma, no me permitáis apartar jamás de vuestra presencia, y concédeme un corazón limpio y puro, para que os pueda dignamente acompañar y servir todos los días de mi vida.

Asistidme con vuestra gracia, y no me neguéis el favor que pretendo en esta santa Novena, para gloria de Dios, para honor de vuestro nombre, y para utilidad de mi alma.

Amén.

Al culminar con la primera oración se procede a rezar tres Ave María

Segunda oración:  Oh Bendita entre todas las mujeres, que amando tanto a los Ángeles del Cielo, y siendo tan amada de todos los Espíritus Celestiales, careciste de su asistencia en medio de vuestro mayor desamparo, sin que alguno confortar ni consolarse vuestra afligida alma entre tantas angustias, dejándoos padecer a solas sin alivio, y cerrándose el Cielo a todo cuanto pudiera serviros de consuelo: os suplicamos, Reina y Madre, nos conceda un perfecto amor vuestro, con que nos compadezcamos de vuestra pena, y lloremos vuestra Soledad como hijos amantes de tal Madre, y leales vasallos de tal Reina. Dadnos vuestra gracia para aborrecer el vicio.

Consolad a todos los que se hallan perseguidos, abatidos y despreciados. Aumentado el número de vuestros devotos, y amparad a todos, principalmente a los que os veneramos con la devoción de esta Novena, para ser vuestros sin fin en la Bienaventuranza.

Amén.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Tí celestial Princesa, Sagrada Virgen María,te ofrezco en este día: alma, vida y corazón. Mírame con compasión no me dejes, Madre mía.

Amén.

Proceder a  recitar los gozos a Nuestra  Señora de la Soledad.

Día nueve

Para comenzar la primero que debemos  hacer es decir el acto de Contricción

Primera oración: Sacratísima Madre de Dios. Tórtola solitaria, Purísima Paloma, Fénix de amor, que sola en vuestro retiro, renovando en vuestro corazón la memoria de la Pasión y Muerte de vuestro Divino Hijo, creció tanto en vuestra alma el deseo de gozar su presencia, y el sentimiento de considerarle ausente, que os puso la pena de tan recia Soledad en el último extremo de la vida, sin que cosa criada os pudiera servir de alivio en tanta Soledad. ¿Que Serafín Señora, podrá alcanzar vuestro amor? ¿Ni que Querubín podrá explicar vuestra pena en este santísimo Misterio?

Yo le adoro y le amo, por él os suplico me alcancéis de vuestro Hijo Jesús el don de la perseverancia en su amor y servicio, hasta verle glorioso, y la gracia que pido en esta Novena, para su gloria, vuestro honor y mi utilidad eterna.

Amén.

Al culminar con la primera oración se procede a rezar tres Ave María

Segunda oración: Oh Reina de los Serafines, y Corona de los Mártires, que estáis como crucificada entre la tierra y el Cielo, sin que del Cielo os venga ningún alivio, ni en la tierra haya cosa que os pueda dar consuelo, cuya alma santísima, cuánto más ilustrada, tanto más encendida en amor; y cuánto más amante, tanto más dolorida, con tal extremo de Soledad, que en fuerza de la pena os ha puesto en la última disposición para vuestra mayor gloria, que fue la Resurrección de vuestro Hijo: os suplicamos Reina de los Mártires, que por tan crecido martirio nos concedan firme y constante voluntad de buscar nuestro único y sumo Bien, que es Dios.

Que a los Fieles Cristianos deis paz y concordia. A los Príncipes Eclesiásticos y Seculares luz y acierto para que gobiernen según el espíritu de la Iglesia Católica. Unid, Señora, todas las Naciones del Orbe en una fe, en un bautismo, y en un mismo espíritu de caridad. Y a todos echadnos vuestra bendición, particularmente a cuantos nos hemos empleado en la devoción de esta santa Novena, en veneración de las penas de vuestra santísima Soledad, para haceros compañía en los gozos de la Gloria.

Amén.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Tí celestial Princesa, Sagrada Virgen María,te ofrezco en este día: alma, vida y corazón. Mírame con compasión no me dejes, Madre mía.

Amén.

Proceder a  recitar los gozos a Nuestra  Señora de la Soledad.

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